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Cuando a alguien le pillan con el
paso cambiado termina pagando las consecuencias. Eso fue lo
que le pasó ayer a la secretaria de Inmigración del PSOE
ceutí, Mayda Daoud. Los periodistas le preguntaron algo que
no estaba en su guión y la socialista, sencillamente, se
encontró ante un problema que no supo resolver
adecuadamente, no midiendo en ningún momento las
consecuencias que sus palabras podían acarrear al día
siguiente
Nadie duda de la capacidad ni de la preparación de Daoud,
aunque eso es una cuestión y otra muy distinta es ponerse
detrás de un atril para hablar de algo tan complejo y
complicado como es el asunto de la inmigración. Máxime
cuando incluso el nuevo texto legal propuesto por el Partido
Popular no deja las cosas muy claras sobre las llamadas
devoluciones en caliente.
Pero sería bueno aclarar este apartado, ya que el proyecto
de Ley viene a decir, chispa más o menos, que el rechazo se
puede realizar cuando se intente rebasar los elementos de
contención. Y es aquí la pregunta: ¿Qué entiende el Gobierno
por elementos de contención? Si nos atenemos al concepto que
tienen los miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado,
los citados elementos son ellos mismos, que son los
encargados, como bien dice la palabra, de contener a la masa
cuando intenta atravesar la frontera de forma irregular.
Algo que quedó muy claro en la rueda de prensa ofrecida por
la Unión de Oficiales de la Guardia Civil. Pero siguiendo
con la polémica generada por la socialista, cualquiera que
oyese el contenido íntegro de la respuesta ofrecida ante la
pregunta formulada se da perfecta cuenta que la misma le
pilló por sorpresa, y aunque ayer intentó matizar lo
afirmado, lo dicho, dicho está. Y es que para hablar de
estos asuntos hay que llevar algo más que un guión.
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OPINIÓN / EDITORIAL
