Buenos días, gente.
Desde el puerta ventana de mi despacho llega el rumor de la
calle a unos decibelios que asusta. Son las máquinas
‘devoradoras’ de tierras que están destruyendo la antigua
calzada, las aceras y una buena cantidad de árboles que
empezaban a florecer y que adornaban ambos lados de la calle
donde se asienta mi vivienda.
Este afán destructivo es muy propio del PP, que también está
en la alcaldía de la ciudad, con el pretexto de adecentar la
calle para darle una nueva perspectiva, según anuncian en
una carta que recibimos todos los vecinos.
Hasta ahora esta calle estaba bien, la calzada estaba
‘saludable’, sin baches ni roturas importantes; las aceras
en perfecto estado y los árboles empezando a dar hermosas
configuraciones de sus cuerpos ramosos, desnudos hasta
ahora… entonces ¿para qué hacer la renovación de la misma?
Esa máquina ‘devoradora’ de tierras está destruyendo la zona
destinada al aparcamiento en perpendicular a la acera o en
batería recta, en su parte izquierda mirando al oeste,
mientras que en la derecha es aparcamiento en cordón,
permitiendo con ello el paso de vehículos, al mismo tiempo,
en las dos direcciones.
Algunos de los vecinos de la calle comentan que son obras
que a la larga vamos a pagar todos por cuanto harán
aparcamientos de zona azul, aprovechando que en la esquina
existe un supermercado bastante frecuentado y muy cerca de
allí, a unos doscientos metros, está la mezquita de la
ciudad, que los viernes se ve copados sus alrededores por
los coches de los fieles y con ello nuestra calle también.
Algunos me preguntan si estas obras han salido a concurso o
qué. Les indico que eso lo tiene que preguntar al propio
Ayuntamiento ya que no tengo noticias de ese tema y a pesar
de ello imagino que sería adjudicada a dedo, lo digo porque
ya me constan varias adjudicaciones sin concurso público.
Además les indico que ya es bastante extraño que siempre se
hagan cuando las elecciones están cerca.
Seguimos viviendo en un país donde la derecha conservadora
usa y abusa de su poder prepotente para seguir cometiendo
fechorías a costa de los ciudadanos.
Otra fechoría, que añadir a la larga lista existente, es la
de uso y abuso del sistema sanitario por parte de la
privada, como ocurre en Madrid.
Las empresas privadas ensayaron todo tipo de fórmulas para
hacerse con la gestión de la asistencia sanitaria pública y
todas ellas han resultado menos eficientes y de menor
calidad que la atención prestada en el Sistema Nacional de
la Salud y resultado de ello es el descubrimiento del fraude
mostrado en los análisis clínicos.
Todo esto se refiere a un método programado para deteriorar
progresivamente el servicio público de atención primaria y
con ello obtener un pretexto para presentar su proyecto con
el lema “Mejor servicio con la privada”, que de ser
concedido sería un monumental negocio porque cobrarán por
actividad e incrementarán desmesuradamente la
sobreutilización de fármacos, el control de la información y
ahorro en profesionales.
Eso demuestra que el actual Ministerio responsable se aviene
a una tremenda deslealtad que indica que los intereses que
defiende no es el de los profesionales sanitarios sino los
suyos propios con el fin de que los nuevos gobiernos se
coloquen ante hechos consumados con la privatización.
Lo ocurrido en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid es un
claro exponente de lo que ocurre actualmente en el ámbito de
la sanidad, en manos del PP, gracias a la denuncia de un
patólogo del mismo.
El uso y abuso de estas pruebas clínicas para entidades
sanitarias privadas es de hace muchos años y el dineral que
se ha empleado ya configura un nuevo delito grave, por
cuanto esas entidades sanitarias privadas facturan por su
cuenta esas pruebas clínicas obtenidas de manera gratuita
con fondos públicos.
Encima el consejero de Sanidad de la Comunidad madrileña,
Javier Maldonado (PP), estaba el tanto, ya que había sido
informado por una dirigente sindical el pasado mes de
diciembre.
Por otro lado, la ‘caverna mediática’ sigue lanzada en
devorar contrincantes políticos que pueden cambiar el
sistema de gobierno. Si antes lo hacían contra los
dirigentes de Podemos, contra Tania Sánchez (IU)… ahora lo
hacen contra la novia de Errejón (Podemos). Este tema será
para otro artículo
En fin, la vida sigue y yo también, más que harto de las
injusticias de este país.
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