Ultima semana de campaña. Cuatro
días, tan sólo cuatro, de “algaradas” callejeras, de paredes
empapeladas, de coloquios, de disputas y de mucho hablar,
para luego, los más listos, que no los que más valen,
comenzar a hacer su agosto.
Lo de Andalucía, además de aburrido, es digno de un estudio
profundo, desde una perspectiva sociológica, porque en
cualquier territorio serio, con lo que hay ahí, con lo que
ha habido y con lo que se supone que volverá a haber, no
tiene ningún tipo de explicación congruente que lleven
mandando los mismos, desde hace más de treinta años.
Es duro, pero parece que, “en general”, les va la marcha de
lo que significa el paro y todo lo que gira en torno a él. Y
desde una perspectiva exterior a la propia Andalucía, sólo
el agradecimiento a estar como están, puede hacer que, otra
vez, volviera a ganar el PSOE.
En realidad, el PSOE no ganó las últimas elecciones, pero
sus parientes de IU se les unieron para así dejar, en la
oposición, al PP que era el legítimo ganador de la
elecciones.
Y ahora Susana Díaz, no sé si con ratón o sin él, pero con
ganas de ser presidenta, tras ganar ella unas elecciones, sí
que está. Ganará, creo que no por mayoría absoluta, pero
gobernará y lo que más me agradaría es que todos los demás
permitieran que la lista más votada fuera la que formara
Gobierno, con lo que la legislatura iba a ser más corta de
lo normal, pero a eso ya está acostumbrada, porque así lo ha
querido la propia Susana Díaz, que sin ganar ella y sin
ganar su partido ha “okupado” el sillón presidencial, con
sus dos antecesores en el camino de la “sospecha”. De ella
no decimos nada, de momento.
Y la pregunta, tal como se muestran las encuestas, es muy
dura ¿Quién le va a dar los votos necesarios para que pueda
formar Gobierno sin sobresaltos?. Particularmente, creo que
no se los debiera dar nadie, ella puede ganar, el PP no creo
que cometa la torpeza de aliarse con los aventureros esos
del populismo, y Ciudadanos que es la fuerza seria de las
emergentes, cometería un grave error si se aliara ahora con
nadie, para darles el Gobierno.
Que gobierne ella sola, que haga encaje de bolillos y que de
Cádiz a Almería, de Despeñaperros a Tarifa y de Huelva a
Jaén vean hasta donde es capaz de llegar ella sola. Yo
pediría eso, que gobierne la lista más votada, algo que
ella, estoy seguro que no haría si los más votados fueran
los del PP.
Y es que, aunque en otros terrenos tienen cosas positivas y
aceptables, en el PSOE, a la hora de tocar y dominar poder,
pactan con el mismísimo diablo, pensando en ser ellos los
que manden, a cualquier precio, y sin importarles, para
nada, si eso es lo que conviene al pueblo o sólo a ellos.
PP frente a PSOE, será el codo a codo hasta el final,
ninguno logrará la mayoría absoluta, pero lo que sí debieran
lograr el uno y el otro es la dignidad para reconocer que el
otro fue el más votado y que a él le corresponde formar
Gobierno, sin amaños como los que hubo tras las pasadas
elecciones, cuando formaron Gobierno por el apoyo de IU, ese
grupo político que va camino de la desaparición. El PSOE ha
tenido con IU el poder, porque lo de gobernar es algo más
serio que lo que ha habido durante esta legislatura en
Andalucía.
Y lo tengo que repetir y se lo pediría así a Ciudadanos “no
os unáis a ninguno de ellos si queréis seguir aumentando el
prestigio y el número de votantes”. A los otros, ni les
digo, ni jamás les diría nada, porque ahora ya IU no es
nada, y de los otros ni he hablado nunca, ni voy a decir una
palabra, por no decir, no diré ni su nombre.
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