La AD Ceuta firmó ayer una importante victoria frente al
Écija que le permite mantenerse a siete puntos del play off
de ascenso (el Atlético Sanluqueño tampoco falló en su campo
ante el Guadalcacín). El equipo caballa firmó un gran
encuentro sobre el césped del Alfonso Murube, donde tuvo que
verse las caras con uno de los rivales más en forma de la
categoría y que enlazaba siete jornadas consecutivas sin
perder. Ernesto, tras un saque de esquina botado por Pucho
en el 54’, marcó el 1-0 con el que finalizó el encuentro.
Resultado que podría haber sido mucho más amplio si Prieto y
Ito no hubiesen errado dos clarísimas ocasiones ante Molero.
El Ceuta regresaba al Alfonso Murube tras su derrota en el
campo del Guadalcacín. Y lo hacía con la obligación de
conseguir los tres puntos con los que intentar recortar las
distancias con el play off de ascenso. El conjunto caballa,
que se enfrentaba a uno de los equipos más en forma del
campeonato, se encontró pronto con un rival correoso que
ejerció una gran presión en el centro del campo, lo que
dificultó el trabajo de creación y, con ello, la claridad
ofensiva de los ceutíes.
El primero en intentarlo fue Villatoro, con un disparo desde
fuera del área en el 7’ que se marchó alto. Los ceutíes
intentaban sacudirse la intensa presión de los sevillanos,
sintiéndose muy incómodos en todo momento. Al cuarto de hora
de partido, sin embargo, Prieto contó con una clara ocasión
para adelantar al cuadro caballa, aunque el delantero (que
recuperó la titularidad en detrimento de Ito, que arrancó el
encuentro en el banquillo), no acertó ante Molero tras el
error de la zaja del Écija.
Alcanzado el ecuador del primer tiempo, el Ceuta vivió
algunos de sus mejores minutos antes del descanso. Así,
Segura y Prieto protagonizaron una bonita pared que el
lateral derecho, ya dentro del área, no pudo finalizar
debido a la intervención de Troyano, que estuvo providencial
para despejar el peligro. Poco después, el delantero volvió
a recibir un balón desde la izquierda procedente de Pucho,
pero al igual que en la ocasión anterior no se esperó el
fallo de Troyano, por lo que no alcanzó la pelota.
Si bien la presión de los sevllanos impedía al Ceuta
profundizar con mayor claridad en terreno rival, el trabajo
defensivo del equipo caballa no era menor ante unos
jugadores astigitanos que también eran incapaces de llegar
con peligro a la portería defendida por Garrido.
A pesar de ello, el Écija también tuvo una clara ocasión
para adelantarse en el marcador justo antes del descanso. En
el único balón al área caballa del primer tiempo, llegado
tras una falta, Delgado prolongó de cabeza hacia Guti que,
con todo a su favor, no acertó ante el guardameta caballa,
enviando el esférico por encima del larguero.
El segundo tiempo arrancó con el Écija más intenso en
ofensivo, aunque sin claridad en los metros finales. La
mayor presencia en terreno caballa se tradujo en una menor
intensidad en el centro del campo por parte del cuadro
sevillano, lo que abrió más el encuentro. Sin embargo, lo
que se convirtió en el verdadero punto de inflexión del
encuentro fue el gol de Ernesto. En el 54’, Pucho botó a la
perfección un saque de esquina que encontró la cabeza del
mediocentro quien, llegando desde el segundo palo, puso el
esférico en el poste contrario.
El 1-0 dio más vida al Ceuta, que se creció ante un Écija
que tuvo que dar un paso atrás. El partido se abrió
completamente y fue el Ceuta el que lo aprovechó para
mantener su mayor peligrosidad sobre el área contraria.
Primero fue Perita el que no consiguió arrebatarle el balón
a Adri en la misma línea de gol después de que el zaguero
truncase la ocasión de peligro de Prieto. Sin embargo, fue
el delantero caballa el que tuvo en sus botas el segundo al
quedarse solo con Molero. El ceutí, sin embargo, intentó la
vaselina sobre el portero sevillano, que terminó atajando el
esférico.
Los últimos intentos de crear peligro por parte del Écija
llegaron con balones colgados al área que fueron bien
despejados por la defensa caballa, mientras que Ito, ya en
el descuento, dejó escapar una clarísima ocasión para
sentenciar el choque al enviar el balón fuera cuando se
encontraba sin oposición y tras recibir un pase de la muerte
de Borja Gil.
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