Todo apunta a que aquí los
periodista no nos enteramos o alguien se explicó mal en su
momento. Está claro que no queda otra. Y el asunto, aunque
habrá quien lo crea, no es baladí, ya que el de fondo es la
seguridad de los conductores y de los pasajeros de las
líneas cuatro y ocho del servicio de autobuses urbanos de la
ciudad.
La reunión de ayer fue de planificación, reconociendo la
consejera de Gobernación, Yolanda Bel, que los agentes de la
Policía Local han venido prestando servicio de protección a
los autobuses de la línea ocho, aunque ahora también lo
tendrán que hacer en los de la línea cuatro.
Pero lo curioso del caso es que en la reunión de ayer se
llegó a la conclusión que la idea de volver a poner en
funcionamiento a las Brigadas Cívicas para que realicen el
trabajo que otrora hacían era la mejor. Todos han reconocido
en el encuentro los buenos resultados que ya dio el servicio
prestado por sus integrantes dentro del autobús urbano con
anterioridad.
Esto si que es curioso, puesto que la semana pasada fue el
portavoz del Gobierno, Emilio Carreira, el que anunciaba, en
la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del
Consejo de Gobierno, la desaparición de las citadas brigadas
y que, además, sus integrantes serían los que ocuparían las
nueve plazas que había ofertado públicamente la Federación
Provincial de Asociaciones de Vecinos para incorporar dentro
de las Brigadas Verdes. A veces, sólo a veces, no se alcanza
a comprender muy bien como pueden suceder estas cosas,
máxime cuando ahora arranca un problema en la barriada del
Príncipe Alfonso y todo el mundo viene a valorar el gran
trabajo realizado por las Brigadas Cívicas. ¿En qué
quedamos? Si estas brigadas son tan útiles, ¿porqué se las
hace desaparecer?
|