La Federación de Enseñanza de CCOO de Ceuta va a promover
una iniciativa entre el profesorado, para conocer su opinión
en relación con las posibles medidas a adoptar de cara al
próximo curso escolar, debido a la crítica situación actual
y al empeoramiento de la misma por la aplicación de las
nuevas medidas planteadas por el Ministerio y derivadas de
la aplicación de la LOMCE.
Todo esto se recoge un documento que se va a hacer llegar a
todo el profesorado de la ciudad en próximas fechas.
En el citado documento, la Federación de Enseñanza de CCOO
pregunta al profesorado ceutí si estaría de acuerdo en
secundar una huelga durante los días 1 al 10 de septiembre
de 2015, ya que desde el sindicato se considera que esta
medida, de no iniciar el próximo curso, sería contundente
debido a las consecuencia que ello supondría.
Para avalar esta postura, desde la Federación de Enseñanza
de CCOO se manifiesta que es difícil acumular más agravios
que los sufridos por el profesorado de Ceuta durante este
curso, recordando que se les ha cambiado por decreto el
Calendario Escolar; igualmente se les ha recortado los
efectivos para los apoyos y la atención a la diversidad; han
aumentado la ratio hasta niveles insoportables; han
modificado ilegalmente el horario laboral; han modificado
unilateralmente los periodos de adaptación en educación
infantil; mantienen los diez primeros días lectivos de baja
sin sustituir; además de ocasionar un caos en servicios
complementarios como los comedores, las becas, o las
prácticas en empresas.
Lo peor de todo, según la Federación de Enseñanza de CCOO,
es que parece que aún no se ha tocado fondo, advirtiéndose
que el Ministerio amenaza con profundizar en el desastre, ya
que no se piensan corregir las instrucciones, a pesar de su
probada ilegalidad. Ya han anunciado que no se incrementarán
las plantillas. Los incrementos de horario derivados de la
implantación del segundo curso de la FP básica, así como de
los nuevos “PMAR” tendrán que ser asumidos por las
plantillas actuales. No hay previsión de amplia-ción de
nuevas unidades, lo que significa otra vuelta de tuerca a la
ya delirante ratio.
El decreto de implantación de la ESO y Bachillerato supone
un evidente empobrecimiento del sistema y un evidente
perjuicio para un buen número de profesores.
Finalmente, y a la vista de esta lamentable situación, el
sindicato pregunta cuál debe ser la actitud. ¿Seguir
tragando con todas estas barbaridades? U ¿Oponer resistencia
en defensa de la dignidad profesional y del sistema
educativo?
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