Casi dos mil personas son muchas y
más cuando participan en un paseo, porque la X Carrera de la
Mujer de Ceuta no es otra cosa que un tranquilo paseo, y,
además, cuando lo hacen con un fin tan benéfico como el que
subyace detrás de este evento, la recogida de fondos para
causa tan loable como la lucha contra una enfermedad tan
dura y tan sufrida como es la del cáncer
Es cierto que otrora, el Día de la Mujer se celebraba con
actos más reivindicativos que los llevados a cabo ayer en el
auditorio del Parque. Es verdad, ahí no le falta razón al
líder de los socialistas ceutíes y candidato a la
Presidencia de la Ciudad.
Es verdad que en otro tiempo todo era más reivindicativo. En
otro tiempo, las ideas estaban por encima de muchas cosas y
eso se comprobaba en los actos electorales que llevaban a
cabo los grandes y los pequeños líderes políticos. Los
ideales movían a las masas y las plazas de toros, los
pabellones y hasta los salones de actos de los colegios se
quedaban pequeños para albergar tan importante cantidad de
personas. Hoy todo ha cambiado y sólo son los obligados los
que acuden y se fotografían al lado del líder, presidente o
ministro en su mitin.
No le falta razón a los que dicen que aún queda mucho camino
por recorrer para que los hombres y mujeres tengan una
igualdad real. Eso, ayer, se oyó en el auditorio, cuando la
persona del Centro Asesor de la Mujer leyó el manifiesto.
En esta ocasión habría que analizar con mucho detalle la
diferencia entre el fondo y las formas. Y hay que hacerlo
por una sencilla razón, ya que son muchas las preguntas se
vienen a la mente. Habría que preguntarse, ¿qué hubiese
pasado si las dos asociaciones que recogían fondos para sus
causas no hubiesen respaldado la Carrera? ¿Hubiese acudido
el mismo número de personas? Es ahí la cuestión sobre la que
reflexionar.
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