Siempre he pensado que la gran virtud de los ilusionistas es
que, a pesar de que somos conscientes de sus malabares para
distraernos mientras realizan el truco, seguimos cayendo una
y otra vez, quedándonos atónitos. ¡Asombroso! Sin embargo,
más que sorpresa, lo que me genera una mezcla de bochorno e
indignación es que, el Gobierno Local nos haya vuelto a
vender un nuevo espectáculo que, por el derroche de medios,
cinismo, osadía y desfachatez, haría envidiar a los más
famosos magos del mundo.
Así, un gran cartel azul al fondo, anunciaba el espectáculo:
“14 años a tu lado”. Ni contigo, ni mucho menos en tu lugar,
simplemente a tu lado. Un slogan ambiguo que, como todos los
mensajes vacíos a los que nos tienen acostumbrados el PP,
tiene un gran defecto: tras los fuegos artificiales y la
música que abren el show, se ve la trampa.
Con un discurso muy adulterado y exceso de triunfalismo, el
presidente de la Ciudad, ufano y sonriente, se autohomenajeó
durante los más de 45 minutos que, una vez más, dedicó a
“intentar” embaucar a los ceutíes en el ilusionismo de su
“opulenta” gestión. Eso sí, como buen prestidigitador, obvió
todas las cifras que le hubieran desmontado el truco ipso
facto. Un alegato que, durante más de una década, ha
cacareado como un “mantra” con el que distrae, entretiene y
tiene embelesada a una importante franja de la sociedad
ceutí y, fundado en la premisa de que “una mentira repetida
mil veces, se convierte en verdad”. Y es, de esta forma,
como han consolidado su imaginario social. Una patraña tras
otra, sujetadas por alfileres en el cordel del “sólo hay una
salida a la crisis basada en ajustes, recortes a ultranza y
más recortes”.
Eché de menos una cuestión fundamental en su homilía: la
herencia recibida. ¿Qué sería de Vivas sin la herencia
recibida? ¿Qué sería de Ceuta sin los más de 570 millones de
euros de inversiones del Gobierno de Rodríguez Zapatero?
Permítame, desempolvar algunas: Hospital universitario,
Biblioteca Pública, más de 500 VPO; rehabilitación de
viviendas en Bermudo Soriano, Juan XXIII y O´donell; nueva
sede de la Seguridad Social; Estación Depuradora de Aguas
Residuales, construcción del quinto módulo de la
Desalinizadora de agua potable, mejoras de la red de
abastecimiento, refuerzo del dique de la planta
desalinizadora de agua; paseo marítimo de Fuente Caballos,
mejoras en la playa de La Ribera, nuevo paseo marítimo
Benítez-Benzú; remodelación y mejoras en aulas; remodelación
de la frontera del Tarajal y del perímetro fronterizo;
viviendas destinadas a la logística del Ministerio de
Defensa; nuevo centro penitenciario y más de 28,5 millones
de euros en bonificaciones a la Seguridad Social, entre
muchas otras inversiones.
Cierto es, que la memoria es muy frágil pero los datos, son
irrebatibles. Y no sólo la herencia recibida brilló por su
ausencia, las cifras que sitúan sobre el tablero de España,
la realidad de hoy en Ceuta, fueron aniquiladas de esos
minutos de brindis al sol. A una Ciudad con 13.135
desempleados, 10.000 más que cuando cogieron el timón de
Ceuta, no se le puede refregar la majestuosa obra del
Auditorio del Revellín. En una Ciudad que lidera el ranking,
a nivel nacional, tanto en desempleados como en pobreza y/o
exclusión social, no se pueden autoproclamar como gobierno
sensible y, que el tejido de protección social de Ceuta está
a la altura de cualquier ciudad española. Falso.
Ni una sola mención, a los altos niveles de fracaso escolar
que padecemos en Ceuta, a los recortes en becas, aulas
masificadas o las ratios que superan con creces lo
legalmente establecido. Se olvidó del agujero económico en
el que nos ha sumido a todos los ceutíes y las consecuencias
derivadas que, sufrimos los ceutíes con una subida de
impuestos que parece no llegar a su máximo. Ni un minuto
dedicó a recordar sus decenas de compromisos incumplidos,
como aquel puente elevado que prometió construir en Miramar
y que finalmente, ha decidido erigir en la Marina. ¿Adiós al
barco del agua? Sí, adiós tras aquel error fatídico que nos
devolvió a nuestro puerto el buque-aljibe y, que nos costó a
los ceutíes un millón de euros. Olvidó hablar también del
pudridero en el que, tras 14 años, han convertido al Palacio
Autonómico, enfangado de sospechas y presunciones; de los
contratos a dedo, los servicios sin contratos en la EDAR,
del caso Urbaser, Kibesan o el de las Bateas que costó la
dimisión a dos miembros del Gobierno y un sinfín de obras
innecesarias que nos han convertido en líderes en deuda vida
por habitantes a nivel nacional. Ni cartones ni Invercap.
Demasiados asuntos de primer orden ignorados. Sólo basta
tirar de hemeroteca para devolverlos a la memoria y,
desmontar uno a uno, los esperpentos que Vivas y su bando
han cometido en la Ciudad y que derriban cada uno de sus
argumentos. Un consejo: No provoquen con escenas que, ante
los datos, resultan indecentes.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina y Vivas y sus
mariachis, ya preparan el truco final: un decorado de
plástico y cartón donde todo es magnífico y funciona a la
perfección. A pesar que, absolutamente todos los engranajes
de su maquinaria electoral están bien lubricados, no todo
está perdido. La ciudadanía somos titulares de la mayor y
más importante arma democrática, para fulminar su
despotismo, injusticias y engaños: llenemos las urnas de
cambio, para embarcarlos en su nave rumbo al País de Las
Maravillas o mucho mejor, para que muy pronto sean ellos,
quienes cosechen las vigorosas raíces al fondo de la
oposición. Estoy convencida que esta vez todos, le hemos
visto el truco.
* Secretaria de Política Autonómica del PSOE de Ceuta
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