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Ya son dos las semanas que el
portavoz habla de una reorientación del Impuesto sobre la
Producción, los Servicios y la Importación, IPSI. Este, es
sin duda, un melón que no es bueno de abrir si no se hace
con el tiento y la cordura necesaria, ya que puede traer, de
hacer mal, consecuencias muy negativas y que todos
lamentarían.
Recuperar la oferta comercial de otrora es el empeño que
tiene en estos momentos el Ejecutivo de Juan Vivas, que ayer
fue designado por su partido para ser el candidato para las
elecciones autonómicas de mayo de 2015.
Para conseguir su objetivo, el presidente ha encargado a la
Consejería de Economía y Hacienda que haga los estudios
necesarios para que, usando la autonomía que la Ciudad tiene
en el apartado de fiscalidad, realice esa reorientación del
impuesto y se note de una manera importante en los precios
de algunas mercancías, como por ejemplo las relativas a las
nuevas tecnologías. Ello puede permitir que se ponga en el
mercado una oferta atractiva que provoque que muchos
clientes se desplacen hasta la ciudad para adquirir los
citados productos.
Hasta ahí todo está bien, aunque a nadie se le escapa que
venir hasta Ceuta en barco tiene un coste muy alto, como
ayer reconoció el portavoz del Gobierno, Emilio Carreira.
Es por ello, que desde el Ejecutivo se mantienen contactos
con las navieras y la Dirección General de la Marina
Mercante con el objetivo de que aprueben unas tarifas de
precios más asequibles que las existentes en estos momentos.
El portavoz se muestra esperanzado con alcanzar algo
positivo en estas negociaciones, aunque también desveló que
igual la oferta comercial es tan interesante, que el ahorro
en la compra permitiría al consumidor abonar el billete del
barco al precio actual.
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OPINIÓN / EDITORIAL
