Se acercan unas elecciones, y para
que todo siga igual, para que nada cambie, los políticos que
tienen el convencimiento de que el pueblo es tonto de
remate, empiezan a ofrecernos cosas y más cosas, que usted
llega a dudar y se pregunta,¿sí hay un lugar en el mundo
mundial en el que se pueda vivir mejor qué en este país de
auténtica maravilla?.
Y, naturalmente, usted ante todo ese ofrecimiento, que vale
más que le toque un euro- millón o una primitiva con bote
multimillonario, y piensa que se debe sentar en un buen
sillón, todo relajado, ponerse delante de sus ojos los
programas de los distintos partidos, y decidir a quién le da
su voto. Cosa difícil por todo cuanto, cada uno de ellos, le
ofrece para vivir mejor que en brazos.
Algunos partidos le ofrecen tantas y tantas cosas, que ellos
mismos saben que no pueden cumplir, que usted se queda
embobado e incluso maravillado preguntándose, cómo es
posible ofrecer algo que no se puede cumplir.
No se preocupe, ni le dé muchas vueltas a la cabeza, sólo
buscan su voto, y cuando se lo dé, y ante la imposibilidad
de poder darle todo lo que le han prometido, le echaran las
culpas al primero que se acuerden y, entonces, usted y sólo
usted, por creer en los “peces de colores”, y en los
milagros o en Alicia en el país de las maravillas será el
que al darle su voto, se habrá engañado usted mismo.
El arrepentimiento le durará más tiempo del que usted
piensa, si cree que a los cuatro años, puede votar lo
contrario, va usted apañado. Una vez llegados al poder, no
le quitan el mismo, ni echándoles agua caliente. Eso régimen
dura más que un martillo metido en manteca.
Muchos que han votado, a estos que le han prometido, todo lo
que se puede prometer, a sabiendas que no lo podían cumplir,
están más que arrepentidos de haberles dado su voto, pero ya
no ha vuelta atrás. Lo único que les queda es lanzarse a la
calle a protestar. Cosa que no vale para nada.
La prueba la tiene usted en Grecia donde hasta algunos
miembros del partido que ha ganado las elecciones están
contra el mismo, y muchos de sus votantes, se han lanzado a
la calle a protestar. El Gobierno, legalmente constituido
por mayoría, porque así lo han querido los griegos, ha
tenido que dar marcha atrás, y donde dijo digo, ahora han
dicho diego. Porque no han tenido más remedio que decirlo,
sino querían enviar a Grecia a la banca rota.
Yanis Varoufakis, creyó que con audacia, echándole un pulso
a Europa, cambiaría las amenazas de esa Europa, diciendo que
Grecia no sería una colonia de la deuda. Lo único cierto es
que el futuro de Grecia está unido a la solidaridad europea,
porque su problema no es que admita una deuda impagable, es
que no tiene ni para pagar los intereses de esa deuda. Y
mucho menos tiene, para poder hacer nada de nada, de cuanto
le había prometido al pueblo griego.
Por todo eso, siéntese tranquilo en un buen sillón, no haga
caso a los cantos de sirenas, no haga caso a esos que le
prometen una vida de ensueño, porque no podrán llevarlo a
acabo. Piense con tranquilidad y vote lo que en conciencia
crea. Que no le tomen por tonto.
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