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Es, según coincidieron en el
delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, y
el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, un acuerdo
“histórico”, y que no tiene parangón. El Gobierno y la
Ciudad se han unido para prevenir y combatir el fraude
fiscal y firmaron ayer un acuerdo que permitirá, echando
mano de todas las fuerzas y técnicos a su alcance, controlar
perfectamente todo el recorrido que hacen las mercancías
desde que entran por el puerto de Ceuta hasta su salida, en
la mayoría de los casos, al vecino país
La existencia del fraude está totalmente detectada por todas
las partes intervinientes y ahora es cuando se ha decidido a
que las mismas colaboren para, como dijo el delegado del
Gobierno, facilitar económicamente la financiación, no por
vía de la recaudación, sino a través de las compensaciones
ministeriales por el ahorro a raíz de los resultados que se
pretende obtener por esta unión de todas las fuerzas.
Ayer, en la Delegación del Gobierno, con la firma del
documento, no se conjuraron el presidente ni el delegado, si
no que lo hicieron los representantes de la Policía
Nacional, de la Guardia Civil, Policía Local, de la
Seguridad Social, de la Agencia Tributaria, de la Inspección
de Trabajo, de la Jefatura de Tráfico, de Aduanas, de
Vigilancia Aduanera, y de las consejerías de Fomento,
Economía, Sanidad y Gobernación. Todos juntos en perfecta
armonía y coordinación para acabar con esa lacra tan
importante para cualquier economía que es la sumergida. Los
elementos están puestos, el personal también y, por lo
tanto, ahora lo único que hay que esperar son los resultados
que arrojan las actuaciones que se lleven a cabo. Sin duda,
se trata de un acuerdo “histórico”, aunque a nadie se le
escapa que cada vez más las administraciones tienen que ir
de la mano y colaborar para luchar contra cualquier acción
fuera de la ley.
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OPINIÓN / EDITORIAL
