Buenos días, gente.
Un sol que convierte el clima en un anticipo precipitado de
primavera, al menos por estas tierras, invita a salir los
fines de semana y recorrer Andalucía en busca de nuevas
aventuras, aventuras adaptadas al potencial físico de los
‘expedicionarios’, no crean.
Así y todo, hemos decidido pasarlo en Jerez de la Frontera y
celebrar allá lo que celebren los jerezanos en su Día de
Andalucía.
En una zona donde casi todos son profundamente religiosos y
que ya es una especie de aventura.
Vayamos ahora a escribir de la religión, sin pisar el
terreno de la Teología, implementada de nuevo en las
escuelas del país.
Primero consultemos la Constitución española, en el tema
estricto del que escribo ahora, copiando el artículo que
refiere el tema:
Artículo 16 - Libertad ideológica y religiosa
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto
de los individuos y las comunidades sin más limitación, en
sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento
del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología,
religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes
públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la
sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones
de cooperación con la Iglesia Católica y las demás
confesiones.
Vemos el truco, claramente, de disimular un Estado
aconfesional pero con la condición de mencionar expresamente
a la iglesia Católica dejando a las demás confesiones sin
aclarar de cuáles se tratan, lo que deja libertad absoluta
de indicarlas.
Pero no es de esto de lo que quiero expresar, lo que deseo
es que el Estado aclare a los ciudadanos el porqué de
colocar como rango de Resolución un Decreto que establece
puntos de la religión católica como una asignatura evaluable
en la enseñanza primaria y secundaria obligatoria.
Quiero saber a santo de qué obliga a nuestros hijos a
ejercer esa asignatura si la mayoría de los padres, a través
de las AMPAS, están disconformes y ello significa que el
pueblo no ha votado al equipo del Gobierno actual para que
les impongan condiciones no asumibles.
La religión no es una asignatura. La religión es un tema
espiritual de cada uno, intimo, que simboliza la fe personal
de las personas.
Pero está claro que la iglesia católica se ve imposibilitada
por hacer campañas de captación de fieles y sus catequesis
destacan por lo vacío de sus salas.
La mayoría de la población pasa, claramente, de la iglesia
en casi todos los aspectos y ello ha obligado a la propia
iglesia, a través de la Conferencia Episcopal incidir en el
Estado, aprovechando que tiene ministros interesados, para
que ese tema se incluya por cojones en el panorama educativo
del país como la única forma de forzar adeptos a sus
creencias y volver, poco a poco, a tener ese poder y
jerarquía dentro del país como lo tuvo durante el régimen
franquista.
En el anexo I de la mencionada Resolución infiere la
importancia para que el alumno tenga un desarrollo pleno e
integral de su personalidad… creo que lo dice muy
explícitamente: sumir la voluntad del alumno al mandato de
la iglesia, sin más.
Si la Declaración Universal de Derechos Humanos establece la
libertad religiosa de personas y pueblos, como así viene
expresado en la propia Resolución, no está realmente
incluida aquí al ser una imposición de una institución ajena
al Gobierno y con marca de asignatura evaluativa.
No voy a responder cada una de las condiciones obligatorias
de esa asignatura con sus contenidos que, para mí, me parece
poco menos que espeluznantes, sino que generalizaré sobre
los mismos.
Como primer punto, lo que afirma de ‘reconocer la relación
intrínseca que existe entre Dios y el hombre’ no es cosa de
hacerla meter en los infantiles cerebros de escolares con
ideas de que Dios nos ha regalado la creación o que el
hombre es la obra maestra de Dios ni la existente
comunicación con él, porque ya sabemos que la religión está
ligada, siempre, a la matanza de humanos en todos los
ámbitos del pasado, del presente y, claramente, del futuro.
Por eso, debería explicarles que Dios crea criminales, sin
conciencia ni sensibilidad. Entendamos como Dios el de
cualquier religión y no solamente el de la católica.
En fin, la vida sigue y yo también, como seguirá este
artículo la semana que viene.
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