Sabíamos que hacía varios días que
estaba en la UCI del hospital de Ceuta, pero lo que yo no
había pensado es que éste sería su final, y ayer vi en la
prensa local que había fallecido.
Pedro Gordillo era el hombre que más poder había tenido en
Ceuta y eso, precisamente eso, es lo que movió a ciertas
personas a darle la puñalada por la espalda, aprovechando,
tal vez, un error o una equivocación que pudo tener un día,
si es que lo tuvo.
Particularmente, nunca fui amigo personal de Pedro Gordillo,
ni siquiera durante los años que fue director provincial de
Educación, pero el no ser amigo personal no quiere decir que
no pueda valorar su trabajo y sus actividades, a lo largo de
muchos años.
Pedro Gordillo no pasaba desapercibido nunca, en Ceuta,
primero cuando era sacerdote, actividad que dejó y luego
cuando, metido en política, logró estar a la cabeza de los
políticos ceutíes, como presidente del PP, vicepresidente de
la Ciudad, senador, director provincial de Educación ..., no
se había propuesto una meta únicamente. Abordaba todo y cada
día trataba de abordar un poco más, incluso mirando a
quienes, al no tener recursos suficientes, tenían que ir a
estudiar fuera y necesitaban una ayuda especial. Ahí, y eso
que nadie lo olvide, también estuvo Pedro Gordillo, como
estuvo, en mil ocasiones para hacer un hueco, buscar un
puesto de trabajo o darles el último empujón a quienes lo
necesitaban.
Sin embargo, y esto no debe quedar de lado, cuando ya su
poder en Ceuta era nulo, muchos que deberían haberle estado
agradecidos le volvieron la espalda.
Conocidos tenía muchos, amigos-amigos creo que muy pocos,
pero los que eran sus amigos lo eran para ciento y un días.
Ahora, para las próximas elecciones municipales, tenía la
intención de presentarse a la Alcaldía de Ceuta y lamento
que no haya podido llegar, porque ahí se iba a ver el
talante de muchos de esos que, en su día, recurrieron a él y
le dijeron:”¿Qué hay de lo mío?”, para así lograr un puesto
de trabajo, siempre en la administración local.
A esos, a muchos de ellos, con la muerte de Pedro Gordillo,
se les habrá quitado un peso de encima, porque traicionarle,
al no darle el voto, no hubiera estado nada bien, pero para
seguir medrando, en estas circunstancias el voto a Pedro
Gordillo ya no iba a valer tanto.
En todos los ámbitos de la Ciudad, esta pérdida se va a
dejar notar, para unos porque ya les quedan las manos
limpias, mientras que para otros, porque ya no van a
encontrar a quien les atendía y les atendió siempre,
solucionándoles sus problemas en docenas de ocasiones.
He dicho que no son muchos los que eran sus amigos, de
verdad, pero entre esos amigos-amigos no puedo olvidarme de
Luis Mari que, antes, ahora y siempre fue la persona que
estuvo junto a Pedro Gordillo, porque Luis Mari, que es un
hombre de bien, ahora más que nunca va a sufrir la ausencia
de aquel que nunca le defraudó, ni él puede defraudar, desde
ahora, su recuerdo.
Ahora mismo, cuando Pedro Gordillo, el hombre que más poder
tuvo en Ceuta hace diez años, ya nos ha dejado, tenemos que
decir: Descansa en Paz, Pedro Gordillo, tus hechos han
quedado en la historia de Ceuta.
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