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Si es verdad lo que ayer
manifestaba la Junta de Personal Docente sobre la postura
del MECD con respecto a Ceuta, y no hay por qué dudarlo, se
podría decir que es una total falta de respeto, no sólo a la
comunidad educativa sino a todos los ceutíes. No es de
recibo que el director general del MECD visite la ciudad
junto a sus secuaces ministeriales para, en vez de atender
las reivindicaciones y las propuestas realizadas por los que
a diario sufren los graves problemas del sistema educativo
en Ceuta, sigan machacando con su altanería y su falta de
diálogo a una ciudad que, gracias este nulo entendimiento,
ostenta las peores cifras educativas de su historia, con una
elevada tasa de fracaso escolar y de abandono temprano de
los estudios. El calendario escolar fijado de forma
unilateral por los cuatro chupatintas ministeriales es un
fiasco en toda regla, donde el alumnado y el profesorado
tiene que sufrir continuas interrupciones debido a los días
festivos incluidos sin criterio alguno y que lo único que
hace es romper, de forma continua, un ritmo necesario en el
ámbito educativo, un ritmo necesario en los estudiantes y
que nunca terminan de coger gracias a esos inteligentes
ministeriales que han demostrado importarles bien poco los
alumnos ceutíes. Pero es que ahí no acaba la cosa. Pese a
conocer la urgente necesidad de ampliar la plantilla docente
en Ceuta, se permiten el lujo de no atender esta
reivindicación al igual que con la masificación de las
aulas, donde ya se ha avanzado desde la Junta de Personal
Docente que para el próximo curso se estará fuera de la
legalidad. ¿Qué mal hace la comunidad educativa de Ceuta al
MECD para recibir este trato vejatorio? ¿reivindicar y
pelear por sus derechos?. Dejen trabajar a los
profesionales, que ellos con su labor diaria saben cuales
son los problemas de la educación en Ceuta, y préstenle
atención.
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OPINIÓN / EDITORIAL
