En este periodo constitucional y
democrático español, desde la dictadura de Franco y hasta
estos días. Son muchos los Debate del Estado de la Nación,
que me tragué desde el primer minuto y hasta la finalización
de los mismos. Maravillándome en mis tiempos jóvenes, en los
que buscaba el progreso, la justicia y la democracia; los
enfrentamientos políticos llevados a cabo por los diferentes
líderes del corrupto bipartidismo español, PP y PSOE o
viceversa, tanto en el poder como en la oposición. Teniendo
presente también los discursos de Suárez, y su singular
frase que ha quedado para los anales de la historia española
“Puedo prometer y prometo”.
Por consiguiente, a través del televisivo Canal
Parlamentario, presencié desde el sofá de mi morada, el
reciente pasado debate de los primeros días de esta semana.
Transportándome, determinados pasajes del mismo, a amargas
indignaciones. Porque no se puede tener la cara más dura,
como presuntamente la tiene Mariano Rajoy, presidente del
Gobierno español. Al demostrar, más que sobradamente, su
escasa catadura moral y política... durante parte de la
escenificación realizada, en el gran teatro cómico-trágico
del Congreso de los Diputados. Saliendo su señoría del
hemiciclo “sin plumas y cacareando”, tras ser vapuleado y
noqueado por su oponente del PSOE Pedro Sánchez y por otros.
No obstante, y como era previsible del presunto mediocre y
desvergonzado Rajoy, prometió hasta la creación en los
próximos 4 años, de 3 millones de puestos de trabajo. No
creyéndose dicha previsión ni la mayoría de la militancia ni
simpatizantes del PP. Porque ya prometieron si ganaban la
pasadas elecciones generales, la creación de 3,5 millones de
puestos de trabajo... Y a los hechos me remito, porque en
décadas no crecerá en España ni el barbecho, como
consecuencias de que el Atila de Rajoy con su presunta
chusma política, han arrasado en 3 años a España, tanto, que
ni la conoce la madre que alumbró a la gaviota del PP.
Su excelencia, Mariano Rajoy. ¡Uf…! Se me ha venido a la
mente cuando en el NODO, (noticiario del régimen fascista
anterior), decía entre otras cosas: “Su excelencia el Jefe
del Estado, Francisco Franco”, sin ayuda o premio alguno de
sus submarinistas. “Ha pescado una trucha de 50 kg” en el
río Palmones a la altura de su desembocadura en la Playa de
El Rinconcillo de la Bahía de Algeciras. Poniéndoseme, al
escuchar dicha gesta, las orejas como las de los burros,
porque esa desembocadura la conozco desde que gateaba en
bolas por sus orillas. Y en determinados ríos, truchas hay
pocas. Pero ‘pavanas cojas’ hasta con espolones, muchas.
Consecuentemente, mentían más que hablaban. Aunque, los
medios afines al régimen corrupto actual no se quedan
cortos, porque algunos noticieros… a nivel estatal,
autonómico o local maquillan y censuran hasta lo imposible,
con tal de proseguir pastando sin balar en los cuencos
oficiales. Pero pronto va a sonar el gong para muchos de
ellos, y les van a dar por el mismísimo abrevadero. Porque
no es que esté a punto de emerger otro salva patrias igual o
similar como ‘Paca la culona’ o como Rajoy, para enderezar a
las piaras de borregos sin ninguna vergüenza periodística,
política, sindical o empresarial de esta España cañí…
No, es que varias formaciones emanadas recientemente del
pueblo, tras arrasar próximamente en las urnas, van a
enraizar en los jardines de los palacios y palacetes
oficiales. Echando de sus poltronas a muchos presuntos
inútiles, al no funcionar en este decadente estado de
estados y regiones llamado España, ni los pilares
fundamentales. Siendo muy necesaria una profunda reforma
estructural, porque no hace un año hasta se ha cambiado el
Rey Borbón, de igual forma que los niños se intercambian los
cromos. Pasándose el PP de Rajoy, Aznar y el PSOE de Felipe
González, Rubalcaba, Zapatero y Pedro Sánchez… la soberanía
popular que reside en el pueblo, por las curvaturas de sus
arcos políticos.
Por consiguiente, ¡cómo me va a sorprender!, y, ¿qué respeto
le puedo tener?, por ejemplo, a la vicepresidenta del
Congreso de los Diputados, Celia Villalobos, por dedicarse a
jugar con su iPad, mientras su líder Mariano Rajoy vomitaba
sus paparruchadas desde la tribuna de oradores, en el
referido Debate del Estado de la Nación, que ella presidía
en funciones. Demostrando, dicha política, su gran desprecio
al pueblo y a la dignidad que le pueda quedar a esa Cámara.
Porque ciertas señorías van allí y también al Senado
presuntamente a dormitar. Y si no se distraen con sus
teléfonos móviles, se dedican a otros presuntos asuntos
ajenos a las obligaciones de sus cargos. Siendo vergonzosa
la estampida que pegan (similar a los rebaños), cuando
finalizan las votaciones o, cuando los oradores son los
líderes de formaciones minoritarias…
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