A lo largo del año, sin lugar a
dudas, quienes llenan más páginas en la prensa local son los
representantes del grupo localista Caballas, bien porque
proponen siempre algo que no podrá salir adelante, bien
porque se niegan a lo que aceptan todos, o bien porque “como
hoy es viernes y eso no lo puede discutir nadie, ellos
pretenden que el martes sea antes que el lunes”.
Sea como sea ahí están y ahí van a seguir estando hasta las
elecciones de mayo, pero espero y deseo que tras esas
elecciones, al haber rebajado el número de representantes en
el Ayuntamiento, también habrá bajado las propuestas o
contrapropuestas que ellos quieran hacer.
Hace un par de días, veíamos que mientras nadie había dicho
nada en contra de los chalecos antibalas, tan necesarios en
estos días, en todas partes, ellos salían a la palestra
porque se habían comprado en tal sitio y no en cual. La
“mamarrachada” ya la tenían montada. Pensamientos de
denuncia o no, por la compra o por la forma de comprar esos
chalecos, y más vueltas a un asunto que no daba para más.
De todas formas, ellos seguían apareciendo en la prensa, se
hacían su publicidad, una vez más, aunque esa publicidad
fuera barata, jugaban al “amagar y no dar”, para ahora estar
vacilando sobre la posibilidad o no de llevar el asunto ese
a la Fiscalía. Al final, afortunadamente, todo quedará en
agua de borrajas, aunque eso sí, ellos se habrán hecho su
“mijita” de publicidad, también con esto.
Y todo ello ahora que no ha comenzado, oficialmente, la
campaña publicitaria, porque estoy deseando ver los
comienzos de dicha campaña para ver los disparates de este
grupo que gracias a historias pasadas, y todos sabemos a lo
que me refiero, van subsistiendo, cuando es el grupo de
todos aquellos que han saltado a la arena, en los últimos
veinte años, que menos ha aportado al devenir positivo de
Ceuta.
Caballas, que cambió de nombre, o fue el reflejo de la
fusión del partido que lideraba Mohamed Alí y el que
lideraba Aróstegui, no ha aportado nada que podamos
destacar, a estas horas, y ya es lamentable que Mohamed Alí,
que hace diez o doce años, cuando hizo su primera aparición
al frente de un grupo político, fuera visto como un futuro
alcalde, a pocos años vista, se haya aliado con la persona
que peor imagen da en Ceuta, con lo que, a estas horas, ni
él, ni su “asesor” pueden ya aspirar a nada.
Recuerdo la seriedad del grupo de Mohamed Alí, en su salida
a escena, era una auténtica amenaza para el PP y
sobrepasaba, en casi todo, al PSOE de aquellos días, pero
fue ascender un poquito y a Mohamed Alí le confundió el aire
de las alturas, con lo que en poco tiempo perdió lo que
tanto trabajo había costado a otros ganar.
Si desde ahora mismo, además de PP y de PSOE que son los
fijos de siempre, otros grupos como Ciudadanos, UPyD, o
alguno de los otros grupos que se perfilan en el espectro
político, se dedican a trabajar, en serio, la campaña
electoral, tanto Mohamed Alí, como Aróstegui ya se pueden
dedicar a “cantar coplas” de mercado en mercado o a otros
menesteres, porque en política, aquí en Ceuta, tienen menos
acogida que el “Piyayo”.
Y lo que no llego a entender es que desde el grupo que está
gobernando el Ayuntamiento de Ceuta haya preocupación por lo
que éstos propugnen, a no ser que estén preocupados porque
vean que otros “nuevos en la plaza” les puedan hacer perder
la mayoría absoluta y sin mayoría absoluta el PP, aquí en
Ceuta, sería muy complicado que tuviera alcalde.
Unos y otros están más que marcados y ya sin disfraz, lo que
hace falta es que los nuevos vengan y no de romería.
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