En la muy democrática Venezuela,
allí donde la libertad de expresión es el espejo donde se
deben mirar aquellos países que se crean democrático, con
los supermercados sin alimentos de primera necesidad, con
colas interminables para poder coger algo de alimentos, con
una deuda exterior impagable, siendo el país más rico de
Latinoamérica por el asunto del petróleo, está hoy en la
ruina total. Y pienso, que algo habrán tenido que ver los
que asesoraron al sus mandatarios para haberla llevado a la
ruina total.
Pues, en esa muy democrática Venezuela, espejo en el que
mirarse todos aquellos estados democráticos para obtener esa
gran libertad de expresión y poder manifestarse por sus
calles, en cualquiera de sus ciudades para mostrar su
descontento, por la falta de libertad y el hambre y la
miseria a la que les tiene sometido el gobierno de Maduro.
Hay que reconocer que en la muy democrática Venezuela, no se
comen a los niños crudos. No señor, el que diga eso miente.
Allí, en la tierra que gobierna Maduro, se hostigan a los
que critican al régimen disparándoles con balas de las de
verdad, de esas que matan como sucedió, según Amnistía
Internacional, entre febrero y julio del 2014, Venezuela se
vio sacudida por protestas multitudinarias contra y a favor
del Gobierno. Durante la marcha, al menos 43 personas
perdieron la vida, más de 800 resultaron heridas y los
detenidos superaron los 3.000.
No hace muchas horas un joven de 14 años ha resultado muerto
de un tiro en la cabeza, en un enfrentamiento entre la
policía y los estudiantes universitarios. Nada de extrañar
cuando en la muy democrática Venezuela, las muertes
violentas superan las 50 diarias y cualquier conato de
disidencia es reprimida sin remisión.
AI denuncia también los golpes que recibió el estudiante
Daniel Quintero junto con amenaza de quemarlo vivo, por
cometer el enorme delito de participar en una manifestación
contra el Gobierno de Maduro.
Según algunos de los asesores que, presuntamente, algo
tendrán que ver, con llevar a Venezuela a la ruina, “España
no existe como país”. Lo que existe como país, eso no hay
que dudarlo, para estos asesores es la muy democrática
Venezuela, cuna y espejo en los que mirarse todos aquellos
países llamados democráticos, si de verdad quieren tener esa
gran libertad de expresión.
La miseria y el hambre que hay en Venezuela, lo piensan
muchos venezolanos, testigos del abismo por el que se ha
precipitado el país con el mandato de Hugo Chávez y después
con el gobierno de Maduro que ha rematado la faena con una
gestión política peor que la de Chávez, situando a Venezuela
con una gran crisis económica que sitúa la inflación en un
68%, provocando una escasez de productos básicos. Los
opositores se amontonan en presidios políticos y los
disidentes sufren un gran acoso y sus vidas corren peligro.
Los medios de información independientes son asaltados o
amordazados para que no puedan expresar sus opiniones.
Así es la Venezuela de Maduro, hoy día, donde el que mueva
no sale en la foto. Eso de no salir en la foto es como mal
menor. El mal mayor lo dejo a la interpretación que le
quiera dar cada uno.
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