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Mientras la sociedad ceutí está
siendo bombardeada por las noticias de traídas y llevadas a
la Fiscalía producto de la labor fiscalizadora que hacen los
partidos de la oposición, como es su obligación, otras
noticias, que no dejan de tener su importancia, aparecen en
los medios de comunicación locales y nacionales.
Ceuta en estos últimos tiempos se está convirtiendo en el
foco de atención de por la eficacia en el trabajo de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Entre
contratación va y contratación viene, es raro el día en el
que la Policía Nacional, la Guardia Civil o la Policía Local
no lleve a cabo una operación de envergadura, lo que, sin
duda, aumenta los niveles de seguridad de esta ciudad y, por
ende, de sus habitantes.
Entre chalecos bien o mal comprados, ahí están las opiniones
de cada uno. Entre bajadas a las playa que se han hecho con
materiales, al parecer, que no eran los presupuestados, la
Policía Nacional desmanteló una red de tráfico ilegal de
inmigrantes sirios. La Guardia Civil da otro golpe con la
detención de un ceutí que, presuntamente, no tenía otra
ocupación que la de corromper a menores e incapaces con
finalidad sexual. Por último, la Policía Local pone en su
sitio a dos individuos que reaccionaron de forma violenta
cuando los agentes procedieron a su identificación.
Las respuestas que los agentes de los distintos cuerpos
policiales están dando han provocado que la sensación de
seguridad esté calando en las mentes de los ciudadanos. Ya
no se habla con tanta preocupación de tiroteos y parece,
aunque los policías y números nunca bajan la guardia, que la
situación es bastante distinta a la que se vivía en otrora y
es por ello que hay que reconocer y destacar las noticias
cuando el trabajo que se realiza está bien hecho.
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OPINIÓN / EDITORIAL
