El presidente de la Ciudad, Juan Vivas, ha visitado las
obras de construcción del parque de Santa Catalina, que
dentro de un mes estará abierto. Su apertura significa la
incorporación de cuatro kilómetros de caminos dentro de los
60.000 metros cuadrados de superficie de este nuevo espacio
para el ocio y el esparcimiento, sobre el que se extenderá
césped y se alzarán más de dos centeneras de árboles y un
millar de palmáceas.
La ejecución de este proyecto da un giro de 180 grados al
lugar, ya que ese espacio es el que en el pasado ocupaba el
vertedero de basura. A su clausura en 2002 siguió el sellado
y la posterior conversión en un parque, actuación
financiada, en conjunto, con más de 9,5 millones de euros
con cargo a la Ciudad y fondos europeos.
El proyecto se ejecuta en dos fases. La primera, ya
terminada, comenzó en 2003, cuando con el vertedero ya
clausurado se sella, elimina y rebaja de la cota. A esto se
dedicaron 8,3 millones de euros, inversión que se financió
con fondos de la Ciudad (20 %) y europeos (80 %). La
segunda, que es la que se está terminando de ejecutar,
empezó en junio de 2014 y supondrá otro millón largo de
euros de inversión, cantidad de la que la Ciudad aporta en
torno a medio millón y el resto, 766.000 euros, va con cargo
a fondos FEDER y de Cohesión.
El plazo de ejecución de esta segunda y última fase de
realización del proyecto termina en marzo. Será entonces
cuando el espacio antes ocupado por el vertedero podrá ser
disfrutado como parque. Cuatro kilómetros de caminos, 5.000
metros cuadrados de césped, otros 15.000 de hidrosiembra,
21.000 arbustos, mil palmáceas, 230 árboles y nueve
plataformas temáticas conformarán esa nueva zona de recreo
que durante más de 80 años ocupaba una montaña de basura de
más de 40 metros de altura.
El presidente ha calificado la obra como “muy importante”.
No es para menos. La conversión en parque del antiguo
vertedero es más que haber ganado miles de metros cuadrados
para la ciudadanía. Además de eso, de significada
importancia para una ciudad de reducida superficie, como es
el caso de Ceuta, cabe resaltar que ha sido posible por la
entrada en funcionamiento de la planta de transferencia de
residuos, es decir, que desde el punto de vista de la
gestión medioambiental, la conversión en parque de lo que
antes era un vertedero visibiliza un salto cualitativo en
cuanto al medio ambiente se refiere. Ni más ni menos que
haber pasado de acumular la basura a trasladar tales
residuos a la península para su oportuna gestión. Vivas,
además, no ha pasado por alto cómo la ejecución de este
proyecto ha mejorado el paisaje de Ceuta y las vistas que la
ciudad ofrece a quien a ella llega, vistas que ahora
incluyen una zona verde donde antes había un vertedero.
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