Buenos días, gente.
Mientras seguía el debate del “Señor del Plasma”, a través
de las distintas cadenas asomadas a mi plasma, me quedé
dormido como un tronco.
La mejor dormida de mi vida.
Me he despertado a eso de las 4:52 de la mañana, o de la
madrugada yo que sé, con el cuerpo tan ajado como si toda la
policía antidisturbios hubiera pasado por encima.
No recomiendo quedarse dormido en el sofá o sillón de la
casa porque las consecuencias, las hay, son nefastas para el
cuerpo máxime si ha superado cierta edad.
Pese a que tengo una ‘tonticolitis’ como para caerse muerto,
causada por la verborrea triunfalista del “Señor del
Plasma”, he decido aprovechar este despertar para escribir
estas cortas líneas.
¡¡Basta!!, pasemos al tema sobre el debate del estado de la
Nación.
¿Debate?, me parece que el presidente del Gobierno español
se ha portado, en los momentos finales, como un capo de lo
más vulgar.
Un presidente no puede decir ni hacer lo que ha hecho
Mariano Rajoy Brey en el hemiciclo dirigiéndose al jefe de
la oposición socialista de esa manera tan miserable… el
patetismo que achaca al líder socialista lo tiene el propio
Rajoy.
Este presidente sólo habla para sí mismo y los suyos, la
España que bosqueja, calca, delinea, dibuja, diseña, esboza,
grafittea, pinta, proyecta y remata, es una España que
únicamente existe en su cabeza.
Ha bosquejado un debate en el que se hace un descomunal
autobombo, preparatorio de los mítines que dará
próximamente, en el que las palabras que más ha usado son
España y empleo.
Antes de seguir quiero preguntar: ¿por qué solo dos minutos
para hablar de la corrupción?, cuando es el mayor problema
que preocupa a los ciudadanos.
Seguimos.
El presidente ha soltado buena parte de su discurso inmerso
en falsedades y medias mentiras. Ha calcado las palabras de
la Merkel, haciendo un giro escorado, al afirmar que no
pidieron rescate, agregando que fue la mejor medida de
política social.
Mariano Rajoy Brey, cómo osas decir eso. Todos sabemos que
pediste un rescate a Europa para salvar al sector financiero
(la casta) por la quiebra de Bankia, presidida por ese señor
del pulgar levantado y dándole que dale a una campanita
dorada, renunciando con ello a la soberanía económica del
país. Colocaste una barbaridad de dinero público en un
banco, al que llaman malo, permitiendo al mismo tiempo darle
la patada en el culo a mucha gente expulsándolas de sus
casas.
Delineaste, Mariano Rajoy Brey, unas políticas de austeridad
cogido de la mano de la Merkel, con las que hiciste tantos
recortes y con ello destrozar por completo la política
social.
Has dibujando una línea ascendente, con figura de rayo, en
la pizarra de tu propia mente sobre el tema del paro.
Atacaste con todas tus fuerzas al entonces presidente del
Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre las ayudas a
los parados de larga duración con tu ministro económico
diciendo que era un insulto a los ciudadanos y ahora…
pusiste en marcha eso mismo. Con tantos requisitos que
mandaste a tomar por culo a una mayoría de los parados de
larga duración.
Has diseñado un plan para intentar lavar la cabeza de los
ciudadanos de éste país haciéndoles creer que no has
recortado el gasto, al revés según tú ha crecido, y yo, como
pensionista, te digo que eso es de una desfachatez tremenda.
He perdido un buen porcentaje en mi poder adquisitivo. Tus
triunfalistas manifestaciones de que aumentas las pensiones…
0,25 % es una auténtica burla a todos.
Puede que sea una media verdad el aumento del gasto, el país
va pareciéndose cada vez más a una residencia de ancianos,
enorme pero residencia al fin y al cabo.
Has esbozado, Mariano Rajoy Brey, una perspectiva de futuro
totalmente fuera del sentido común: de crear 3.000.000 de
puestos de trabajo… recuerda, Mariano Rajoy Brey, que cuando
estabas con José María Aznar López, habíais prometido
2.000.000 de empleos, promesa que se estrelló en el muro de
la mentira como un grafiti cualquiera y pintaste tus
promesas electorales, antes de esta legislatura, con el
color de la mierda, proyectándolas sobre todos los corruptos
que te la jugaron bien jugada en un remate total depositado
en bancos de paraísos fiscales.
En fin la vida sigue y yo también, esperando que esa ley de
la mordaza no dure mucho.
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