O a la inversa, y no es extraño,
porque quienes más votos pueden arañar de los que recogía,
anteriormente el PP, pueden ser los del partido que lidera
Albert Rivera.
Y me parece muy bien que cada uno defienda lo suyo, el PP
trata de seguir gobernando, pero lo que no debiera olvidar
el PP es que si hay alguien que no irá de frente a atacar
por atacar, al PP, ese grupo será Ciudadanos, por lo que me
extraña que, a estas horas, con esa idea de los grandes
partidos del “to-pa-mí” quieran ver los “peperos” fantasmas
donde no las hay.
Es cierto que Ciudadanos, cada día, respira más alto y
también es cierto que todo lo que saque lo va a ir logrando,
a base de trabajo y de un buen hacer, sin tener que
recurrir, como ha venido recurriendo, en muchas partes, el
PP, al exceso de poder para tratar de hacer, con ese poder,
mangas y capirotes.
Lo que más me sorprende es que la aparente ingenuidad del PP,
en ciertos asuntos, se cambie en una saña endemoniada,
cuando tiene en frente un grupo que, de momento, no tiene
escondidos demasiados cadáveres, eso está muy claro.
Y mal va a hacer el PP con tratar de sacar un ventilador,
buscando cualquier fallo de Ciudadanos, porque pocos fallos
pueden tener, al no haber gobernado, ni mandado en parte
alguna.
Y en cuanto a debilidades, en Ciudadanos las puede haber,
especialmente económicas, porque mientras otros tienen las
puertas de ciertos bancos abiertas o pueden recoger
“ayudas”, a cambio de..., en Ciudadanos todo lo que tengan
es a costa de ... trabajar y trabajar, con sencillez, pero
con efectividad.
Lo que más me extrañaría es que se pudiera hablar de
corruptos en algunos municipios, en los que haya
representación de Ciudadanos, y es que lo mejor que puede
hacer el PP es guardar, en todo, un riguroso silencio sobre
esos asuntos, no vaya a ser que ahora, en el comienzo de la
campaña electoral para las municipales aparezca algún otro
“pufo” en el que los principales accionistas sean del PP,
que todo puede pasar. Todo podría ocurrir, si se escarba un
poco desde Ceuta o Melilla hasta La Coruña o Valencia, sin
perder de vista a Ávila, donde no es extraño que aparezca
más de una sorpresa.
Sí puede tener razón el PP en que en Ciudadanos todavía no
hay una máquina política tan engrasada, en todos los
sentidos, como puede ser la del PP o la del PSOE, pero
equipos, grupos de trabajo y todo lo necesario para mandar y
dirigir se van formando, con lo que podría suceder que, en
su momento, el PP tuviera que recurrir a esos más
inexpertos, pero con más seriedad, para poder gobernar en
Madrid, en algún otro ayuntamiento o en el propio Gobierno
de la Nación.
No han empezado a hacer publicidad, ni siquiera tiene los
grupos definidos y ya se empiezan a poner nerviosos. Malos
compañeros van a ser esos nervios, pero mucho peores van a
ser los ataques infundados contra los que partiendo casi de
cero van ganando terreno cada día.
Con esta posición que adopta ahora mismo el PP frente a
Ciudadanos. Tenemos que ver en el partido de la gaviota algo
así como ese caso de:”Satán increpando al pecado” y ya es
lamentable que un partido que goza de tanto poder como el PP
salga tan “pobrecillamente” ante los que pueden ser débiles,
aún, pero son honrados a carta cabal.
Un tú a tú entre Albert Rivera y un peso-pesado del PP
podría poner a cada uno en su sitio. Seguro que sí.
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