El taller de Jesús Rosado ha recuperado para Ceuta el
antiguo palio con el que procesionó la Esperanza de Triana
hasta el año 1950. Una pieza histórica del bordado sevillano
que cruzó el estrecho de Gibraltar y que volverá ver la luz
en la concepción original del año 1918, obra de talleres de
Olmo según diseño del ceramista regionalista José Recio.
Para ello, el taller de Écija, de la mano del diseñador
cordobés Rafael de Rueda ha devuelto a la vida a esta pieza
tras comenzar con los trabajos en octubre del año 2013. En
primer lugar y tras informar del estado de real de
conservación de la obra, Rosado y de Rueda se ponen manos a
la obra para reconstruir un dibujo distorsionado y casi
desaparecido a lo largo de las décadas.
Perteneciente a la hermandad de los Remedios de la localidad
ceutí, la Virgen del Mayor Dolor procesionó en la pasada
Semana Santa de 2014 con un palio liso confeccionado por el
propio Rosado Borja, todo ello en mitad de unos trabajos que
verán la luz en 2015 con la finalización de la bambalina
frontal, siguiendo en 2016 con la trasera y finalizando con
las laterales y el techo de palio, que será una imitación
fidedigna del que posee actualmente la Esperanza de Triana,
siendo el que procesionó con este primitivo palio de Olmos.
El mismo será ejecutado en el color orginal al que fue
concebido: terciopelo morado y tisú dorado en el contorno de
la gloria.
El palio
Ejecutado en 1918, se empezó a realizar en 1917 por el
mencionado taller de Olmos. La obra concibe un diseño
regionalista innovador de José Recio, de aire renacentista
de los ceramistas trianeros de la época. Hasta el año 1950
permaneció en Triana hasta que en 1951 viaja a Ceuta.
Adquirido por la corporación del Viernes Santo ceutí, en
1960 sufre una desafortunada restauración por el taller
sevillano de Santa Isabel. En dichos trabajos, el tejido
original se elimina pasando al soporte de malla,
dispersándose las piezas originales por un bordado
desconfigurado, perdiendo además los dos ángeles penantes de
la bambalina frontal, característicos de este palio.
Posteriormente, en los años 80, volvería a ser pasado el
tejido de malla sin recuperar el estado orinal. En 2006 se
recuperan, en madera policromada, los ángeles penantes. Y
finalmente, en 2013, tras la renovación absoluta en la
hermandad, que ha pasado por una gestora, se decide devolver
a su estado y diseño original esta pieza única en la
historia del bordado sevillano.
Los trabajos
Formando un equipo solvente, Jesús Rosado y Rafael de Rueda
se vuelven a unir para devolver a su concepción original una
pieza relevante del bordado, como ya hicieran con el manto
de la Virgen de las Lágrimas de la Exaltación, el palio de
la Carretería, el conjunto del paso de palio de la Virgen de
la Victoria de las Cigarreras o el manto de la Virgen del
Loreto de San Isidoro, entre otros.
En esta edición, de Rueda ha devuelto a la obra a su estado
original mediante programas informáticos que han permitido
esta recuperación. Tras ello, como si de un puzzle se
tratara, Jesús Rosado ha reconstruido las piezas, que
permanecían dispersas, en el nuevo soporte. Una base que
será de terciopelo morado como ya concibieran los talleres
de Olmo. La misma ha sido descubierta para estos trabajos
gracias a la conservación del tejido primitivo en el
interior de algunas piezas conservadas, asegurando fuentes
de la hermandad ceutí que «ni la Esperanza de Triana sabía
de que color era el palio», ya que solo se conservan fotos
en blanco y negro de su estado original.
Por otro lado, se han recuperado los ángeles bordados
característicos de este palio. Con unas ánimas interiores
que le daban forma, ejecutadas antiguamente en madera, para
esta ocasión se han realizado unas nuevas piezas
confeccionadas en pasta de silicona, ideadas por Amadeo
Rojas.
El Trabajo de Rafael de Rueda
Como parte primordial de este proceso, el cordobés Rafael de
Rueda se ha convertido en toda una referencia del diseño
gráfico aplicado a las artes suntuarias de la Semana Santa.
En esta ocasión, para devolver a la originalidad creada por
Olmo y Recio este bordado que soñara la Esperanza de Triana
en la segunda década del siglo XX.
Salvado el grano de la película y el papel fotográfico de la
época, desvirtuándose y desenfocándose las piezas, De Rueda
asegura que «ha sido muy laboriosa la labor de identificar
los perfiles aproximados de las piezas». «Poco queda de Olmo
en esta bambalina, las piezas están tan tocadas que ni
siquiera hay dos simétricas», asegura el Cordobés. En la
restauración se ha aconsejado la realización, casi de nueva
obra, de la bambalina en cuanto a piezas se refiere,
interviniendo más profundamente en los próximos años en las
laterales y todos los interiores, con bordados más
recuperables.
Respecto al diseño y al no poder ver la obra en su totalidad
en fotografías, de Rueda ha recurrido a los trabajos del
ceramista José Recio para ejecutar estos trabajos de
recuperación. Con un dibujo de la bambalina frontal que
responde al típico regionalista de aire renacentista de los
ceramistas trianeros de la época, nace este diseño
resultante alejado de las típicas composiciones de tres
paños de las bambalinas frontales.
Recio compone un frontal que bien podría pasar por los
diseños usados para las bancadas de cerámica de la Plaza de
España de Sevilla. Por otro lado, se ha descubierto que el
diseño era más corto que las medidas del palio y,
posiblemente, en el taller de Olmo se añadieron algunos
centímetros de más que se rellenaron con un dibujo nada
parecido al los del propio Recio, como las horas finas tipo
olivo que no aparecen en ninguno de sus bocetos. Asimismo,
el propio de Rueda ha respetado con fidelidad las hojas de
acanto y flores de cerámicas de la época, siendo
reinterpretados en 1918 por el taller de Olmos tras la
creación de José Recio.
Finalmente, corregido el diseño y «estirándolo», ya que
existían arrugas y deformaciones inevitables por el uso en
las fotos de época, la medida resultante es de 1,98 metros,
siendo la estándar del palio sevillano de hoy en día los
2,10 metros.
Presentación
Con todo ello, el próximo 1 de marzo será presentada esta
bambalina en la capilla de los Marineros tras la misa de
acción de gracias de ambas hermandades que tendrá lugar a la
13 horas. Allí la Esperanza de Triana volverá a reecontrarse
con su pasado en una foto que quedará para el recuerdo.
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