Con motivo de la Semana por la Justicia Social (del 16 al 22
de febrero de 2015) el Movimiento por la Dignidad y la
Ciudadanía (MDyC), comprometido con que la ciudadanía ceutí
pueda disfrutar realmente del bienestar, la calidad y la
dignidad de vida que se merecen, quiere reflejar y
transmitir en estas líneas, la importancia y la necesidad de
que la acción gubernamental se centre y considere la
situación y los niveles de pobreza de la ciudad como una
intervención social de acción prioritaria y primordial de
carácter real e integral, que beneficie a la ciudadanía en
general y que promueva la cohesión social, que todos y todas
anhelamos.
Los datos de pobreza, desigualdad y exclusión social que
afectan a aproximadamente el 50% de la población ceutí
muestran sólo la punta del iceberg de la penuria y
necesidad, que nuestra ciudad está padeciendo.
Estas escalofriantes cifras señalan y evidencian la total
incapacidad del desgobierno del Sr. Vivas en el desempeño de
la acción y salvaguarda social, que muestran la bochornosa
actuación del ejecutivo con las supuestas medidas que
realiza que no provocan la reducción de la exclusión, sino
que la acrecienta y consolida. El no tomar medidas
eficientes con las que paliar y erradicar la situación de
pobreza y de desarraigo social que la ciudadanía padece, en
lugar de ser una alarmante señal que le provoque intervenir
de una forma eficiente, se torna en una clara y grave
ineptitud del desgobierno del Sr. Vivas, que en vez de
satisfacer y atender las necesidades básicas de su
ciudadanía, prefiere pasear impunemente su dejadez y falta
de compromiso con vacías promesas de bienestar que nunca
llegan.
El desgobierno debe dejar de fomentar su concepción de la
acción social como caridad y abandonar en sus acciones la
imagen peyorativa, estigmatizadora y de exclusión social, de
quienes por su situación, acuden al Sistema Público de los
Servicios Sociales en busca de “Justicia Social”.
Mientras todos y todas somos conscientes de que los
Servicios Sociales Públicos son imprescindibles para
garantizar la igualdad y la garantía de derechos que toda la
ciudadanía legislativa y moralmente se merecen; el
desgobierno prefiere practicar y basar su concepción social
en la desigualdad, en la vulneración de derechos y en el
desmantelamiento paulatino del Sistema Público de los
Servicios Sociales.
Para remediar la situación de exclusión, el desgobierno
debería concebir la promoción de la calidad de unos derechos
y de un Sistema público de Servicios Sociales como un
aspecto fundamental de su praxis. Sin embargo, son incapaces
de asumir este hecho, es más, según sus “vacíos discursos”
no ven ni creen que la situación de precariedad, privación,
pobreza y exclusión social que asola y reina entre su
ciudadanía, sea una línea prioritaria de intervención.
Incluso dudan de los datos que suministra nos sólo las
Organizaciones Sociales sino el propio INE. ¿Cómo cambiar
una situación de vulnerabilidad si no se asume la realidad?
¿Cómo promover igualdad si no se practica?
El desgobierno ceutí, debe asumir su responsabilidad y
trabajar por la línea de la igualdad y la inclusión social
plena, en vez de disfrutar de la situación de desigualdad y
vulneración obviando que su gestión repercute en la
ciudadanía.
Desde el MDyC queremos recordar al desgobierno que su
desigual gestión, actuación y toma de decisiones basadas en
el desempeño de innumerables, restrictivas e injustificables
trabas burocráticas y de desacertados recortes en las
principales políticas sociales y programas de atención y
acción social, no hacen más que promover el incremento de
los colectivos en situación o riesgo de exclusión social, la
pobreza y la imagen de que su gestión es frágil y
discriminatoria.
Desde el MDyC se aboga y se va a luchar por ofrecer
bienestar y un compromiso real que apueste por un modelo
social integral y operativo encaminado a satisfacer las
necesidades de la ciudadanía desde la eficiencia y la
responsabilidad, desde la igualdad y la justicia.
En esta “Semana de Justicia Social” queremos recalcar que
vamos a trabajar hoy y siempre, para que la insensibilidad y
apatía de la gestión gubernamental que hoy reina en forma de
nefastas alternativas, den paso a medidas que realmente se
destinen a mejorar la calidad de vida de su ciudadanía desde
la equidad, la justicia, el derecho y la igualdad de
oportunidades.
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