Por encima de todo un señor, pero
un señor con mayúscula, primero en lo que ha sido su
profesión, un militar de cuerpo entero, luego como persona,
amigo de sus amigos, honrado a carta cabal y siempre en su
justo sitio, y por último un ex presidente de un equipo de
fútbol que, mientras estuvo él como presidente, siempre dejó
el nombre de Ceuta en el lugar más alto. El Imperio de
Ceuta, equipo ceutí y equipo, especialmente, de la Legión,
fue siempre un modelo de equipo, en todos los campos en los
que actuó.A lo largo de muchos años, tanto en las temporadas
que yo dirigí el deporte en la Cadena Rato, como cuando lo
dirigí en la COPE de Ceuta, aunque en este tiempo Juan
Carlos no estaba en Ceuta, yo hablé cientos de veces con
este legionario de los de verdad. Yo lo conocí cuando él era
capitán del Tercio y me cuesta trabajo poder encontrar
alguien que llevara y defendiera el uniforme de la Legión
con la dignidad y el orgullo que él lo vestía y que, en
repetidas ocasiones, si yo lo invitaba a mi programa
deportivo de la Cadena Rato, no tenía inconveniente alguno
en ir, vestido con su uniforme y atendiendo, también, a lo
que era su equipo, el Imperio de Ceuta.
Hace un par de días me encontré con Juan Carlos Pérez Blanca
un poco bajo de ánimo, porque su talante no le permite que
un uniforme, santo y seña, así como sus emblemas y
distinciones no sean vistos siempre con la seriedad que
merecen. Al final, como las personas sensatas y Juan Carlos
Pérez Blanca es un hombre súper sensato, puede llegar a
comprender, incluso tolerar, pero nunca reír, ni sonreír,
cuando un uniforme aparece en atavíos que no son los suyos.
Los tiempos traen lo que traen y no me cabe la menor duda de
que una generación de 50 años menos que la mía puede tener
unos ideales distintos a los que teníamos nosotros a los 20
años, pero una cosa es comprender, tratar de admitir eso y
otra muy distinta aceptar sin más que un uniforme que ha
visto derramar mucha sangre en personas que lo vistieron,
salga a pasear en lugares que no le pertenecen.
Juan Carlos Pérez Blanca, un hombre que está a diario en
Ceuta, antes y ahora ha sabido pasear esa imagen de su
Legión con una dignidad que ya quisiéramos muchos saber
pasear la de nuestras profesiones y muchos somos los que
recordamos una primera página de una revista de prestigio
que, tras haber cubierto la información de un desfile
militar, eligió para esa portada una foto en la que aparecía
en cabeza, desfilando, el propio Juan Carlos.
Hace años ya, una vez en la reserva, el coronel de la
Legión, Juan Carlos Pérez Blanca sonó para un cargo
importante en el ámbito de Ceuta, aquello pasó, él no se
arrastró ante nadie. No me cabe la menor duda de que hubiera
dado prestigio a ese cargo y al final, como él no fue el
elegido, nunca le oí despotricar por su no elección, ahora
bien, los que debiéramos haber despotricado éramos nosotros
por no habernos dado para ese cargo al que podría haber sido
el mejor.
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