Buenos días, gente.
Ignoro si las connotaciones climáticas de estos días afectan
a mis neuronas, pero lo cierto es que no me acostumbro a que
un día se ponga a llover, como si alguien hubiera estrujado
las nubes cual esponja, y al otro día salga un sol tan
radiante y campante que no cuaja por el norte.
Realmente soy hombre poco religioso, nada religioso y sin
embargo sigo a veces los pasos del papa Francisco, iba a
llamarle Paco pero no, y una de las cosas que me ha
encantado de este hombre argentino es su manifestación, si
resulta verdad que la ha hecho, siguiente: “No es necesario
creer en Dios para ser buena persona.
En cierta forma, la idea tradicional de Dios no está
actualizada.
Uno puede ser espiritual pero no religioso.
No es necesario ir a la Iglesia y dar dinero.
Para muchos, la naturaleza puede ser una Iglesia.
Algunas de las mejores personas en la historia no creían en
Dios, mientras que muchos de los peores actos se hicieron en
su nombre”.
¡¡Guau!!, me encanta sobremanera lo que ha manifestado,
sobretodo eso de que no hay que dar dinero a la Iglesia…
¡¡Atención peperos!! escuchad a este hombre y no deis
tantísimo dinero a su Iglesia, existen otros muchos países
pobres donde sus habitantes mueren de hambre.
Por otro lado vemos que los que llaman ‘populistas’, los
griegos, de han ganado este primer asalto en su
confrontación contra el capitalismo. El BCE amplía la
previsión hasta 68.300 millones de euros.
Ya que estamos en el tema de la economía… me está dando un
ataque de risa, cuyas consecuencias perduran aún, por cuanto
sólo puede ocurrir en este país: ¡¡desaparece un sumario en
un juzgado de instrucción de Madrid!!, esto no se le ocurre
ni al más listo de los payasos de cualquier circo.
Por si no resultaba extremadamente sospechoso que los
peperos borraran los discos duros de los ordenadores de
Bárcenas, destruyeran su agenda a través de la propia
secretaria del ex tesorero e hicieran desaparecer algún que
otro ordenador… van y hace desaparecer un sumario de vital
importancia para el caso, oscuro caso, de las cuentas B.
Como escribía antes… insisto en que estamos ante un panorama
podrido de la política nacional, con aumento de
participantes en el juego de la ‘escopeta nacional’ al que
se agrega el secretario general socialista.
Deja mucho de desear que un candidato socialista a
gobernarnos desde la presidencia vaya cambiando cada dos por
tres de opinión. Me refiero a sus palabras acerca de la
imputación de otros líderes socialistas en los casos del ERE
andaluz. Más falso que Ananás no podría ser.
Cómo me río con Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Con esas
opiniones tan peregrinas que uno se pueda imaginar. Ya
sabes, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que en política llegar
tarde se paga muy caro y además no te dejes convencer, por
otro lado, por las directas e indirectas del PP, donde no
dimite nadie estando imputados hasta los huevos.
Has echado a Tomás Gómez Franco sin miramientos, a pesar de
que no está judicialmente imputado ni acusado de nada y
dejas a esos dos mastodontes que se lo piensen… ¿Qué clase
de socialista eres?, si haces un guión para hacer
desaparecer el partido socialista, nadie lo hubiera hecho
mejor que tú.
Cambiando de tercio, no entiendo los manejos de la Justicia
de este país. Me refiero a la reciente sentencia del
Tribunal Superior de Justicia de Galicia que condena al que
robó el llamado Códice Calixtino, que apareció después, con
la pena de 10 años y una multa de 268.425,11 euros -no sé a
cuento de qué vienen esos 11 céntimos- agregando los delitos
de robo continuado y blanqueo de capitales… Pueden que lo
acusen del robo del Códice, sin valor real alguno sino
estaría bien guardado, pero no pueden acusarlo del resto de
delitos por cuanto el dinero no ha sido declarado por nadie…
y por lo tanto no existe auqneu salga en los vídeos. Otra
mancha podrida en el expediente de Cristóbal Montoro, que
mira para otro lado cuando la Iglesia, sólo en la catedral
de Santiago, dispone de enormes sumas de dinero negro.
En fin, la vida sigue y yo también, dando gracias a la
libertad de expresión y de opinión porque se van sabiendo
más cosas que…
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