Y esto no hay que achacárselo al
PSOE, al PP, a Caballas o a Ciudadanos, que nada han hecho
para que pudiéramos llegar a esta situación, similar a lo
que sucedía hace un año, hace cinco, hace 30 o hace treinta
y cinco, que es de lo que yo puedo acordarme, por estar
aquí, no por haberlo leído en la prensa.
Esto es un gravísimo problema que ni las izquierdas, ni las
derechas, han sido las que lo han montado, pero lo que sí
podrían haber hecho es atajarlo ya alguno de los grupos
políticos que han gobernado en la Ciudad, en los últimos
cuarenta años, tratando de que una naviera solvente y con
material válido para este tipo de situaciones fuera la que
estuviera haciendo, oficialmente, la travesía del estrecho,
con lo que en estos casos no habría que haber estado
esperando más de 24 horas a que amaine el tiempo, para poder
volver a llegar a Ceuta, desde el otro lado del estrecho.
La nota anecdótica es que el “temporal partió por el eje” a
aquellos de los “enseñantes” que, con ese escandalosos fin
de semana, habían programado pasar un par de días más en la
península. Éstos han sido los que, sin contar con ello, han
pagado las consecuencias y de varios de ellos hay que
alegrarse, porque este, repito, escandaloso largo fin de
semana nació por la “gresca” que en su día, “sin saber si
daban en el clavo o en la herradura” , le montaron al
ministro de Educación en su visita a Ceuta. Aquellos lodos
trajeron estos barros y un calendario como otros años pasó a
ser este escandaloso calendario del curso 2014-2015 y para
más INRI, en este fin de semana, llegó la carnavalada al
estrecho.
Ni una venganza personal le hubiera salido mejor al ministro
que, a estas horas, se estará “descojonando de risa”, si se
ha enterado de que alguna de aquellas damas que tanto
vociferaba, esposas incluidas de algún director, se han
tenido que quedar en Ceuta, sin poder salir a darse un
garbeo por la península.
¿Y las navieras qué?. Cada una a su ritmo y no lo veo mal en
FRS o en Acciona que de esto sabe más que la han enseñado,
pero lo que no creo que se pueda tolerar es que la naviera
que recibe un buen “pellizco” económico del Estado esté más
de 30 horas fuera de Ceuta y que hasta las cinco de la tarde
de ayer, desde el mediodía del miércoles, no hubiera
llegado, ni hubiera salido un barco de Balearia.
Intolerable.
Es cierto, hay que repetirlo, que son imponderables
ocasionados por el mal tiempo, pero también es cierto que
una naviera que recibe una subvención muy sabrosa debiera
tener, incluso en días de este tipo, un barco en Ceuta para
poder salir lo antes posible y no tener que esperar a que
llegue el primero que haya podido salir de Algeciras tres
horas o cuatro antes.
Mucho, pues, ha dado de sí el temporal, un temporal que
sigue dejando con las posaderas al aire a quienes dicen que
gestionan los asuntos de Ceuta, pero que, en este terreno,
no se ha progresado nada, respecto a hace 35 años, porque
entonces, por no haber no había helicópteros y ahora sigue
sin haberlos tras la retirada de las dos compañías que han
operado en esta travesía, y como esa otra compañía, la de
Cantabria, que se inventó uno de esos que habla para llenar
espacios de aburrimiento, todavía no ha llegado, no porque
no haya querido, o porque no se haya llegado a un acuerdo
con ella, sino porque no existe tal compañía, pues los
ceutíes desde mediodía del miércoles, hasta las cinco de la
tarde del jueves, hemos sido ciudadanos de segunda división.
Días pasados hemos visto como la nieve dejaba encerrados
pueblecitos de Asturias, de Cantabria o de Castilla-León,
pero todos ellos recibían a su hora sus ayudas, de Ceuta en
esas más de 24 horas nadie se acordó. No haría falta nada.
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