Cada día más. Tenemos un país
corrupto y enfangado hasta la cejas, pero no porque los
fruteros, los pescaderos o los carniceros y pasteleros no
sepan preparar y vender sus productos como es debido, ni
mucho menos, es porque en los organismos públicos, para
puestos de responsabilidad han ido entrando a dedo, se han
ido manteniendo los amiguismos y se ha tirado de los que
menos sombra podían hacer al “baranda” de turno, en vez de
haberse preocupado de la rectitud y de colocar a quienes
tenían por norma cumplir con su deber.
Veo, en una nota de agencias, que ha habido quince detenidos
en varias provincias, por presunto amaño de contratos
públicos.
Otros más, aquí como en el circo, “el más difícil todavía”
que no cesa, y mientras tanto, con sus razones que no
comparto, se está poniendo en peligro el país para tratar de
pasar de los golfos que han dilapidado lo que cayó en sus
manos a otros golfos y aventureros, que tratan de hacerse
con el poder, para intentar llevarse un poco más y para,
además, privarnos de lo poco bueno que puede quedarnos hoy,
si es que ya queda algo bueno aquí.
Y el tufo de la corrupción, si es que no nos ha llegado, ya
se va acercando un poquito más a nosotros, cuando entre los
detenidos está el director general de la Seguridad Ciudadana
de Melilla.
Mirándolo bien, dan asco, y lo peor de todo es que estas
operaciones de ir limpiando a todos los “sátrapas” corruptos
ha empezado tarde y salvo cuando pillan a alguno “in
flagrante” se sigue dejando a gentes que, en todas partes,
saben que llevan años y siguen delinquiendo.
Y es que ahora hemos entrado en otra operación. Operación
Tosca, que para que fuera más rentable para los golfos está
relacionada con el amaño de contratos públicos en la ciudad
hermana de Melilla.
El “angelito” detenido en Melilla, ya veremos en qué termina
todo, pone un borrón difícil de eliminar a todo un cuerpo de
seguridad que no merece tener en sus filas personajes de
esta calaña.
El cargo que ostentaba el detenido, en cuestión, depende de
la Consejería de Seguridad Ciudadana que gestiona los
servicios de bomberos, policía local o protección civil.
Casi nada. Y a sus anchas habrá estado, como a sus anchas
están algunos que podrían caer, en cuanto se escarbe un poco
más. Tiempo al tiempo.
A esa quincena de detenidos se les imputan delitos contra la
Administración Pública, además de que alguno esté metido en
asuntos como son el Blanqueo de Capitales o Falsedad
Documental, lo que podríamos decir:”unos auténticos
artistas”.
Y como la Guardia Civil, mal que les pese a muchos de la
“progresía barata”, no está, en ninguna parte, de adorno,
sus actuaciones están llevándose a cabo en Melilla, Madrid,
Málaga y Las Palmas. ¡¡Ancha es Castilla!!.
Ahora ha comenzado a dar sus frutos un trabajo duro,
complicado y muy efectivo que, sobre este asunto, se comenzó
en 2013.
Lo de Melilla viene de dos años atrás y ahora hace un año
presionaron un poco más con registros en algunas consejerías
de la Ciudad Hermana, y a partir de ahí quedaba claro para
los investigadores que había gente que actuaba como gestora
de fondos públicos, en connivencia con ciertos funcionarios.
No me cabe la menor duda de que esta nueva operación, pero
que no será la última, puede traer aparejada una campaña más
de la corrupción galopante que va a ir acompañando a la
campaña electoral de Andalucía y luego, de municipales y
autonómicas. Una vergüenza y una golfada más.
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