Aquí no se pierde nada,
especialmente cuando es una fiesta a cargo del Ayuntamiento.
En este caso la “Mejilloná”, que aplazada una semana antes,
por culpa del mal tiempo, se celebró este pasado domingo,
junto con el “Dominguito”, o lo que es lo mismo, este año
tuvimos el 2x1.
El día, tampoco, estaba muy apetecible para jolgorios al
aire libre, pero más de uno se había hecho a la idea de
“tirar del mejillón” y aunque hubieran estado cayendo
“chuzos de punta” hubiera ido, otros, simplemente, por
acompañar y algunos más por no perder la tradición, no vaya
a ser que en mayo llegue al Ayuntamiento algún grupo de
aventureros y nos borre de un plumazo lo que tan arraigado,
desde tiempo inmemorial, está en esta tierra.
El ambiente, como se colige de las fotos que aparecen en la
prensa, fue muy bueno y el lugar, nuevo en esta ocasión, fue
la Plaza Padre Perpén, lugar no excesivamente grande y que
ha servido de prólogo al carnaval que es estos días, hoy
incluido, y que aquí en Ceuta, para no hacer, ni ser,
competencia de nadie será la próxima semana.
Así pues, un carnaval que aquí se suele retrasar una semana,
en teoría, cuando en la práctica se estaba celebrando como
en cualquier otro lugar, con la particularidad de que, en
otras partes, hoy acaba y ya se terminó todo, mientras aquí
se repetirá la sesión, con nuevas actuaciones, con la
cabalgata y eso sí, sin coger un nuevo plato y otro, con
otro más de mejillones y con más de uno que “acarreaba” en
el talego, para todos aquellos vecinos, parientes y demás
allegados que no habían podido asistir.
Las fiestas son buenas siempre, le gusten más o le gusten
menos a uno, pero eso del “gratis total” que, desde hace ya
muchos años, en otras mil facetas, puso de moda el PSOE, con
viaje de algún ministro, y a falta de una docena de años par
terminar el pasado siglo, eso nunca me gustó y me gusta
mucho menos este tipo de despilfarro para gentes que pueden
pagarse sus mejillones y más cosas, cuando sabemos que hay,
en Ceuta, más que en ningún otro sitio, hoy un tanto por
ciento muy grande de personas que lo están pasando
económicamente muy mal.
El “Dominguito de Carnaval” es algo que acaba de
recuperarse, con cuatro o cinco ediciones, desde que el área
de Festejos, más activa que lo puramente turístico, lo
volvió a sacar a la luz.
Efectivamente, el “Dominguito” llegaba muy pocas horas más
tarde de que hubiera llegado a su final el Concurso Oficial
de Agrupaciones Carnavaleras, en el Revellín.
Muchas horas de fiesta. Eso está bien, horas de
entretenimiento, hacen falta, aunque sea para echar fuera el
mal humor o los problemas que azuzan a las personas, pero
todas esas fiestas, a tono con lo que hay, con lo que se
puede, no para vender una imagen y esa imagen enmascarada y
ocultando otras cosas.
Aquí, con los carnavales, como en mi mismo pueblo, la careta
oculta el rostro de más de uno, lo malo o lo bueno que tiene
esto es que, tras los carnavales, cuando se retire la
careta, más de uno quedará con las vergüenzas al aire y eso
lo vamos a ir viendo en la campaña electoral que se nos
avecina y que, me da la impresión de que habrá más de uno,
que, tal como están las cosas, a última, muy a última hora,
podrá tirar la toalla y dejará el paso libre al que tenían
escondido. Tiempo al tiempo, por algo se empieza.
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