Recientemente hemos sacado un comunicado de prensa alertando
del peligro que supone el anteproyecto de ley sobre la
corresponsabilidad parental, que pretende aprobar el
Gobierno de Rajoy, por abrir la caja de Pandora a los
maltratadores. El anteproyecto de ley sobre
corresponsabilidad parental contempla que el juez pueda
establecer una custodia compartida aunque ninguno de los
progenitores lo solicite y que pueda otorgar tanto la
custodia como el régimen de visitas a un maltratador
condenado con sentencia firme por violencia de género. Pues
bien, no tardó mucho tiempo en salir el PP para llamarme
demagoga y mentirosa. Quizás deberían actuar con esa misma
rapidez, y anunciar medidas concretas, cuando se publican
datos de pobreza y exclusión, o cuando se ponen en tela de
juicio la convivencia y la diversidad de esta ciudad, por
ejemplo. Pero no, el Partido Popular elige nadar en aguas
contaminadas. El Partido Popular prefiere manipular, una vez
más, la información, con tal de no perder a sus votantes más
incondicionales. El Partido Popular es incapaz de dar un
paso al frente y decir públicamente que se han equivocado,
no vaya a ser que quienes impulsaron este anteproyecto
salgan por patas y reciban las mismas críticas que
obtuvieron cuando al final no pudieron lograr la reforma del
aborto, y dos golpes bajos ya son demasiados. Esto la
sociedad tampoco se lo permitiría, por eso optan por el
camino más fácil: decir que “la socialista miente”. Por eso
señalan exclusivamente la parte que les interesan del
borrador, toreando el resto, es decir, velando lo siguiente:
« No procederá atribuir la guarda y custodia de los hijos,
ni individual ni compartida, ni un régimen de estancia,
relación y comunicación respecto de ellos, al progenitor que
haya sido condenado penalmente por sentencia firme, por un
delito de violencia doméstica o de género por atentar contra
la vida, la integridad física, la libertad, la integridad
moral o la libertad e indemnidad sexual, la intimidad, el
derecho a la propia imagen o al honor del otro cónyuge o de
los hijos que convivan con ambos hasta la extinción de la
responsabilidad penal. Excepcionalmente, de manera motivada
y previo informe del Equipo Técnico Judicial, el juez podrá
establecer, si lo considera conveniente para la protección
del interés superior de los hijos en atención a la entidad y
gravedad del delito cometido, a la naturaleza y duración de
la pena y a la reincidencia y peligrosidad del progenitor,
un régimen de estancia, relación y comunicación respecto de
ellos. Extinguida la responsabilidad penal, el juez, a
instancia de parte, deberá valorar si procede la
modificación de las medidas adoptadas (...) La sentencia
absolutoria, el sobreseimiento o el archivo definitivo del
proceso penal será causa de revisión del régimen de guarda y
custodia a petición de parte».
(…) Cuando ambos progenitores estuvieren incluidos en alguno
de los supuestos del apartado anterior, el Juez podrá
atribuir la guarda y custodia de los hijos a los
progenitores, ya sea individual o de manera compartida, si
considera que es lo más conveniente para la protección del
interés superior de los hijos
Esto es un despropósito y una excepcionalidad inaceptable
porque anula la prohibición anterior y recae la
responsabilidad en equipos que no están especializados en
violencia de género, favorece las denuncias cruzadas y
desprotege al menor. Además, es un contrasentido porque
contradice el concepto de tolerancia cero al maltratador.
Pero la propuesta del PP no solo es peligrosa hoy, también
perpetúa la violencia y el maltrato a futuro. Entregar los
menores a padres maltratadores permitiendo que éstos les
eduquen, facilita que la violencia de género pase de
generación en generación. ¿Saben desde el Partido Popular
que el anteproyecto, al obligar a mantener contacto con el
violento a pesar de haber huido de él, incluso de haberle
denunciado, cierra todas las salidas a las mujeres
maltratadas y a sus hijos e hijas? Los hijos e hijas son el
nuevo instrumento de venganza de los maltratadores. El 73%
de las mujeres maltratadas salen de la violencia a través de
la separación y divorcio, no a través de la denuncia. El 65%
tiene hijos menores y el 55% asegura que sus hijos han
padecido violencia. Por tanto, la defensa del interés
superior del menor no puede ser, en ningún caso, convivir
con el maltratador.
De cualquier manera, es increíble la desfachatez de un
partido que se atreve a llamarme mentirosa, cuando ellos no
han hecho otra cosa que embaucar y traicionar a la
ciudadanía con promesas electorales quebrantadas, silencios
malignos y negación de la realidad. Es gracioso que quienes
no han cumplido absolutamente nada de su programa electoral,
que quienes dijeron que no iban a subir los impuestos, que
quienes afirmaron que subir el IVA era un sablazo de mal
gobernante, que quienes negaron el copago, que quienes
alzaron sin complejo que la sanidad siempre iba a ser
universal, que quienes dijeron sí a los convenios
colectivos, que quienes jamás tocarían las pensiones, tengan
la desvergüenza de decir sin complejos que mis declaraciones
sobre la custodia compartida eran falsas. ¿Acaso piensa el
PP que la sociedad es estúpida, como para no crisparse con
la soberbia de un partido capaz de hacer el ridículo siempre
que hablan de los derechos de la mujer?. También de los
derechos de los niños y las niñas, que al fin de cuenta son
quienes más sufren el descoco de un Gobierno comodón,
materialista y ramplón, un gobierno que asfixia y ahoga.
Pero hoy no toca hablar de todo lo que dijeron no hacer y
luego ejecutaron sin pudor. Tampoco toca hablar de sus
recortes en la cooperación al desarrollo, en la subida de la
luz, del gas, de las tasas judiciales, y los peajes; en la
supresión en las bonificaciones para la contratación de
mayores o de las mujeres que se reincorporan después de la
maternidad. Tampoco toca decir que han abaratado el despido,
que han reducido las prestaciones por desempleo, que han
eliminado la ayuda económica de 400 euros a jóvenes
parados/as que viven con sus padres. No voy a explicar que
han reducido el empleo público, que han recortado en
investigación, innovación y desarrollo, que se han cargado
la sanidad, la educación pública, la protección del medio
ambiente, la cultura, la igualdad, la dependencia, que han
excluido a inmigrantes, o que han acabado con la libertad.
No, hoy sólo toca decirle al partido popular que me pueden
llamar de todo, menos embustera. Sobre todo si estamos
hablando de un tema tan delicado como es el de la protección
a las mujeres víctimas de violencia de género.
Así que, en vez de canalizar esa energía en atacar a un
partido que ha sido el único propulsor de la igualdad de
género, poneros a leer vuestro propio borrador sobre la
custodia compartida. Luego, si de verdad queréis velar por
el interés del o la menor, cogéis y os emplazáis a trabajar
para eliminar inmediatamente el párrafo que da vía libre a
los maltratadores. Por lo pronto el Ministro de Justicia ya
ha dicho el miércoles en el Congreso que no va a retirar el
anteproyecto.
Y para quienes han salido a criticar las declaraciones que
he dado desde mi secretaría, y me han llamado feminista,
¡cómo si eso fuera un insulto!, decir que fue el Gobierno
socialista el que estableció en 2005, mediante el Código
Civil, la regulación de la custodia compartida, y desde
entonces, nuestra sociedad no ha experimentado
transformaciones que hayan dejado aquella norma obsoleta y
que justifiquen un cambio como el que pretende llevar a cabo
el Gobierno. La regulación actual permite obtener con total
normalidad la custodia compartida basada en el acuerdo,
reforzando la libertad de decisión de los progenitores en
interés del menor. Esta es la vía que defiendo, una custodia
responsable, en aras siempre del bienestar, la seguridad y
la felicidad de los y las menores. Una custodia caso a caso.
Un acuerdo que pretende que los hijos y las hijas no se
conviertan en víctimas de estos procesos, ni que tampoco
sean utilizados/as como moneda de cambio. Insisto, los niños
y las niñas no son mercancías ni fórmulas matemáticas, no es
lo mismo custodia compartida impuesta que reparto
igualitario del tiempo. Así que, por favor, dejen de
confundir.
|