Próximos al primer aniversario de la tragedia vivida en la
frontera del Tarajal cuando un total de quince inmigrantes
perdieron la vida en su intento desesperado por entrar de
forma ilegal a tierras españolas, un grupo de cincuenta
subsaharianos volvía a recordar a Ceuta que la inmigración
ilegal sigue siendo un grave problema.
Esta vez el lugar escogido por los subsaharianos no fue la
conocida frontera del Tarajal sino el paso fronterizo
existente en el otro extremo de la ciudad, exactamente en la
conocida barriada de Benzú.
Alrededor de las 11.30 horas, tal y como así manifestaron
fuentes de la Delegacion del Gobierno a este diario, daba
comienzo el intento de asalto de un grupo aproximado de unos
50 inmigrantes, todos ellos de origen subsahariano.
A este respecto, y como pudo ser testigo este medio de
comunicación, los inmigrantes intentaron entrar por la
frontera norte que separa Ceuta de Marruecos.
Los inmigrantes intentaron entrar a la carrera, siendo todos
ellos repelidos por la Gendarmería marroquí, que consiguió
que la mayoría del grupo desistiera de su intento de entrada
clandestina.
Sin embargo, ocho inmigrantes lograron eludir el cordón
policial marroquí, y pese al frio y mal tiempo reinante en
el día de ayer, dos de ellos se lanzaron al agua mientras
que el resto, un total de seis, se encaramaron al vallado
sobre el espigón situado junto a la playa fronteriza.
De los dos inmigrantes que se lanzaron al mar, tan sólo uno
de ellos logró llegar hasta la playa de Benzú mientras que
el segundo, bien por el frio o por las malas condiciones
existentes, optó por darse la vuelta y regresar a Marruecos,
momento en el que las autoridades marroquíes desplazadas
hasta el lugar procedieron a efectuar la detención del mismo
en el mismo que llegaba a la orilla marroquí.
El otro inmigrantes que se lanzó al agua fue persistente en
su intento y tras varios minutos y aprovechando la corriente
y el fuerte viento de poniente, logró llegar a Ceuta
bordeando el citado espigón y alcanzando la orilla de la
playa de Benzú
Mientras tanto, los otros seis inmigrantes subsaharianos
permanecieron cerca de tres horas subidos a la pequeña valla
situada junto al espigón de piedras que separa Ceuta de
Marruecos, mostrándose en todo momento reacios a bajar del
vallado y mucho menos tener que regresar a tierras
marroquíes.
Finalmente, y tras cerca de tres horas y ante que la
situación se complicaba por el frio, las malas condiciones
meteorológicas y la cada vez mayor presencia de agentes de
la Guardia Civil, los seis inmigrantes subsaharianos
decidieron descender del vallado de forma voluntaria tras el
requerimiento efectuado por la Guardia Civil para que
depusieran su actitud.
Una vez en tierra firme y en zona española, los inmigrantes
fueron atendidos por voluntarios de la Cruz Roja Española
que esperaban en la misma playa. Durante la inspección
sanitaria, los voluntarios de la Institución Humanitaria
destacaronr que ninguno de los inmigrantes necesitaba ser
trasladado al Hospital Universitario ya que las heridas que
presentaban eran de carácter leve, y aunque mostraban una
ligera hipotermia, el estado general de los seis
subsaharianos era bueno.
Tras concluir la valoración los voluntarios de Cruz Roja,
los agentes de la Guardia Civil procedieron a la entrega de
los seis subsaharianos a las autoridades marroquíes, quienes
procedieron a su detención.
Por último se ha informado que, ante este intento masivo y
en previsión de que en las próximas horas pudieran
producirse más intentos, la Guardia Civil ha incrementado su
presencia en esta zona, donde no es habitual que se produzca
este tipo de intentos de entrada masiva, ya que
habitualmente los inmigrantes utilizan la frontera del
Tarajal -situada en la costa sur- para buscar la entrada
clandestina a Ceuta.
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