El ambiente matemático y muy
especialmente cuando se trata de contar una cantidad
determinada que está ahí, eso no debería tener demasiados
problemas para dar las cifras que realmente hay, y no tratar
de jugar con una “cantidad” a la que se coloca el numeral
que a cada uno le guste.
Atrás, muy atrás, quedan esos números fantásticos propios de
la mentalidad del que escribe o los dice, como podían darse
y se daban en Homero, o muchos siglos después, en César, por
tocar el mundo clásico que conocemos bien.
Hoy tenemos que pasar de la “cantidad” a la exactitud y por
eso me extraña que, cuando se da una manifestación, los
interesados en que figure multitud hablan de 200.000 o de
300.000 asistentes, mientras que un observador cualquiera
puede cifrar eso en la mitad, y los verdaderos
especialistas, por ejemplo la policía, que saben como medir
y contar esos terrenos y las personas que hay en ellos, lo
pueden reducir a la tercera o la cuarta parte.
Es lo que hemos visto con la manifestación en la Puerta del
Sol del pasado sábado, manifestación a la que asistió “mucha
gente” pero ni de lejos los que cifraban los organizadores.
Aquí se les fue la mano, mejor la vista, a los de la
organización, cuando daban una cifra aproximada de 200.000 o
300.000 asistentes. Los observadores de la prensa, que
tampoco están para eso, en una manifestación, según de qué
tendencia fueran, quitaban o ponían “cabezas”, siempre para
“tirar del carro a su corral” y las cifras que se barajaron
por muchos, siendo optimistas, eran de unos 150.000 como
mucho.
Faltaba la lectura con una base clara de por qué así y nos
encontramos con que la Puerta del Sol tiene unos 10.000
metros cuadrados, con algunas zonas que no pueden acoger a
nadie, por ser imposible su acceso a ellas, con lo que
contando con que “sin paraguas” entran 3 o 4 personas, por
metro cuadrado,, ahí pudieron estar unos 35.000 y si a esto
le añadimos otros 20.000 o 25.000 más, en las calles
adyacentes, que sería mucho añadir, los asistentes a esa
manifestación y ya es un éxito para como estaba el tiempo
ese día, no pasarían de las 60.000 personas, o lo que es lo
mismo, la quinta parte de lo que pregonó la organización.
Es lo que sucede cada vez que se hacen valoraciones “al
alza”, que la gente no sabe lo que le cuentan, que se trata
de intoxicar, según por qué parte y que luego, el que más
“labia” tiene es el que parece que gana.
De esto vamos a tener mucho, en los próximos meses, menos
mal a que a la hora de la verdad lo que contará serán las
papeletas que entren en las urnas, porque si ahí se contaran
las voluntades de los organizadores, cada habitante ganaría
sus propias elecciones, en teoría. Digo que aquí lo que
contará serán las papeletas que haya en las urnas y así cada
uno recogerá lo que ha sembrado, el PSOE por su
desconcierto, el PP por su falta de rigurosidad, desde hace
muchos meses, IU porque es una máquina tan gastada y tan
obsoleta que necesita un repuesto total, UPyD por haberse
dejado ir más de un tren y Ciudadanos porque al partir de
cero todo lo que saque es sumar poco a poco y saben muy bien
que todo lo que sea sumar es positivo para ellos.
Ahora, a la vista, lo primero serán las elecciones de
Andalucía, donde se juegan todos mucho, la presidenta ser el
número 1 de su partido, para el futuro. El PP ver si, por
fin, cala en Andalucía, IU puede empezar a firmar su partida
de defunción ahí y los demás ya veremos. Carnavales,
Cuaresma y Semana de Pasión, o lo que es lo mismo, tres por
uno.
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