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Ayer fue un día muy importante
para la democracia en España. PP y PSOE han actuado como una
sola fuerza. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, firmaron en el
Palacio de la Moncloa el pacto antiterrorista contra el
yihadismo, el cuarto alcanzado en democracia, mostrando una
renovada determinación de mantener la unidad de los
demócratas frente al terrorismo. Tanto el PP como PSOE han
sumando fuerzas contra el terrorismo y han antepuesto la
necesaria unidad contra el terrorismo a cuestiones
partidistas, trabajando por la libertad y la seguridad de
los ciudadanos. Ambos partidos han enviado un mensaje nítido
a los radicales: la sociedad española está cohesionada en
torno a su libertad.
Por ello, hay que celebrar que la proposición de ley prevea
la aplicación de la prisión permanente revisable o cadena
perpetua para terroristas. En concreto, el artículo 573 bis
pactado asegura: “Los delitos de terrorismo a los que se
refiere el apartado 1 del artículo anterior serán castigados
con las siguientes penas: con la de prisión por el tiempo
máximo previsto en este Código si se causara la muerte de
una persona”. Dado que la máxima pena prevista en el Código
que saldrá del Senado en breve es la prisión permanente
revisable, con el texto pactado se aplicará a terroristas
que provoquen muertes. La nueva prisión permanente
revisable, en la práctica una cadena perpetua, supone que
para delitos graves se revise el cumplimiento de la pena a
los 25 o 35 años, pero que sea posible el internamiento de
por vida.
Parece que los dos grandes partidos en España empiezan a
entender que los ciudadanos merecen políticos que sepan
estar a la altura de las responsabilidades que éstos les han
encomendado.
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OPINIÓN / EDITORIAL
