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UGT ha denunciado este viernes una
situación que no debe producirse en ningún trabajo, y mucho
menos en servicios esenciales como Bomberos o Policía Local,
servicios de emergencias y seguridad. Es incomprensible que
por la lentitud burocrática o por criterios administrativos,
el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento esté
sufriendo unas carencias que van en detrimento de su
seguridad así como la de los propios ciudadanos. Que un
total de cinco vehículos del parque de bomberos estén
inutilizados desde hace meses por averías o que no se cuente
con el equipo específico para desarrollar con seguridad el
trabajo encomendado es una barbaridad. No se puede jugar con
estas cuestiones, máxime cuando se trata de un servicio
cuyos integrantes arriesgan su vida prácticamente en todas y
cada una de las salidas que realiza. La Ciudad debe dar
respuesta urgente a la denuncia realizada, ya que no debe
tomar a la ligera estas cuestiones.
Una situación similar ha ocurrido con los chalecos antibalas
para la Policía Local, tras ser denunciado que los agentes
no contaban con esta indumentaria de trabajo, especialmente
en estos momentos que se habla de alerta ante posibles
ataques. En esta ocasión el Gobierno de la Ciudad ya se ha
puesto en marcha y ha sacado a licitación el suministro de
75 chalecos. El Ejecutivo ha actuado con diligencia y
rapidez en esta ocasión, aunque es incomprensible que se
espere a que se produzca una denuncia para intentar dar
solución a cuestiones que no deberían producirse, ya que
estamos hablando de servicios donde sus efectivos realizan
trabajos de elevada peligrosidad y que deben tener un equipo
adecuado. En el caso de los Bomberos, le toca al Gobierno
actuar. Y con rapidez.
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OPINIÓN / EDITORIAL
