“El Gobierno de la Ciudad, decididamente, ha perdido todo
respeto a la ciudadanía. No dice nunca la verdad sobre las
cuestiones que se plantean relacionadas con su gestión o sus
responsabilidades”. Así se ha manifestado la coalición
Caballas a raíz de las explicaciones del Gobierno de Vivas
sobre qué están haciendo los trabajadores de Obimace en las
obras del Paseo de La Marina.
En este sentido, para Caballas la respuesta dada ayer a la
denuncia de Caballas sobre la ilegalidad cometida por
OBIMACE es un nuevo insulto a la inteligencia de la
ciudadanía”.
Caballas expone que el Gobierno dice que estaba “reciclando
materiales”, cuando “la obra lleva más de ocho meses en
ejecución, y se ha levantado la mitad el paseo ¿por qué no
se reciclaron antes los materiales?”.
No obstante, la coalición va más allá y subraya que “la
retirada de materiales está contemplada en el proyecto y en
el presupuesto a cargo del contratista, de modo que tampoco
sería excusa”.
Según Caballas la única verdad es que “el Gobierno no quiere
que las elecciones se celebren con el centro de la Ciudad
hecho una escombrera”, señalando que “las obras van muy
lentas y los plazos no se cumplen”. Hay que recordar que se
inicio el 14 de mayo con un plazo de ocho meses que cumplió
el 14 de enero, al que hay que añadir dos meses más por el
“complementario”.
Por ello, Caballas asegura que el Gobierno “no va a reparar
en gastos para conseguir que el señor Vivas pueda inaugurar
‘su puentecito’ antes de las elecciones. Todo ello a costa,
incluso, de incumplir la ley, y destinar fondos públicos a
financiar empresas privadas y campañas electorales”.
Intervención
“Una auténtica vergüenza”, según los localistas, de la que
Caballas “ya ha hecho partícipe al interventor de la
Ciudad”, a través de un escrito en el que expone que ha
tenido conocimiento que “durante la jornada de día 28 de
enero de 2014, una cuadrilla de la empresa OBIMACE ha estado
prestando sus servicios en la obra de remodelación del Paseo
de La Marina, adjudicada a la empresa PROYECON”.
“Este hecho -prosigue el escrito de Caballas-, en si mismo,
constituye una irregularidad, que se convierte en un ilícito
penal, a nuestro juicio, si la empresa PROYECON certifica, y
cobra, los trabajos efectuados por la empresa municipal
OBIMACE”.
El escrito dirigido al Interventor de la Ciudad Autónoma
concluye que “con tal motivo, ponemos en su conocimiento
esta circunstancia para que sea tomada en consideración a la
hora de fiscalizar la certificación correspondiente a las
obras ejecutadas en este día; advirtiendo de que en caso de
que se produzca una duplicidad de pago (las nóminas de
OBIMACE y la certificación de PROYECON), lo pondremos en
conocimiento de la fiscalía para que se surta los efectos
judiciales pertinentes”.
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Vivas afirma que Caballas lo que pretende es “despertar un
clima de suspicacias que no tiene ningún sentido”
El presidente de la Ciudad
Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, durante su
comparecencia ante los medios de comunicación tras visitar
la Puerta Califal, fue preguntado por si los operarios de
Obimace están realizando trabajos en la obra de La Marina. A
este respecto, Vivas ha confirmado que la operación de
Obimace va fundamentalmente dirigida a la reutilización de
lo que pueda ser aprovechable de La Marina, y para el jefe
del Ejecutivo Local, esta actuación entraría en la línea de
lo que es una administración correcta y satisfactoria.
Vivas, continuó su intervención para afirmar con rotundidad
que Obimace, “en ningún caso”, está haciendo tareas que
debiera de hacer la empresa adjudicataria y que si esto
ocurriera “no se le abonaría a la citada empresa el coste de
estas tareas”. En cuanto a que en los más de los ocho meses
que lleva la obra ejecutándose no se ha visto la presencia
de los trabajadores de Obimace y ahora sí, Vivas volvió a
recordar que ahora se está tocando parte de la jardinería y
la balustrada y que eso corresponde a la empresa municipal,
indicando que la denuncia de Caballas lo que pretende es
“despertar un clima de suspicacias que no tiene ningún
sentido”, asegurando que la obra se está siguiendo con un
criterio técnico de “absoluto rigor” en cuanto a la
transparencia y las certificaciones de la misma.
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