A esto último es a lo que va
llegando el mundo del deporte, en el que se mueven unas
cantidades astronómicas de dinero y como esas cantidades se
mueven, muy especialmente, por el tirón que tengan algunos
de los deportistas, llegado el caso, basta con que uno de
esos deportistas de arriba prive de que más dinero llegue a
unos o quite clientela de un medio, para que desde ahí lo
acribillen, sin piedad, sin vergüenza y sin dignidad,
convirtiéndose ciertas informaciones en actividades que
distan mucho de lo que es el sagrado deber y derecho de la
información.
Y es lo que ha ocurrido estos días, tras la expulsión en
Córdoba del jugador del Madrid, Cristiano Ronaldo, a quien
parte de la prensa deportiva, especialmente la de Cataluña,
ha tratado como al peor de los delincuentes, tildándolo de
“chulo o de macarra”, además de todas las lindezas que se le
vinieron a la pluma a un tal Luis Mascaró, que con eso se
habrá llenado de gloria, ante los catalanes culés, pero al
que, desde las filas del Real Madrid, debieran haberlo
declarado “persona non grata”.
Y es que por ahí arriba, por esa comunidad autonómica a la
que algunos iluminados pretenden transformar en un Estado
aparte, todo lo que ha tenido que ver, siempre, con el
equipo de Concha Espina y ahora con su jugador Cristiano
Ronaldo, parece que lo ven como bendecido por Lucifer.
Es posible que con ese artículo, plagado de insultos al
jugador portugués, allá por las tierras catalanas, su
periódico que se vende muy poco, en el resto de nuestro
país, haya vendido dos docenas de ejemplares más. Otra cosa
no habrá conseguido, salvo que desde el Barcelona, al junta
letras Mascaró, le dieran dos medallas, una por su infame
artículo y la otra por si un día la pierde.
Ni que decir tiene que la actuación de Cristiano Ronaldo en
Córdoba estuvo mal, ni jugó, ni de lejos fue el de otras
veces. Pero de ahí a crucificarlo va un abismo. Voy más
lejos, posiblemente mereciera la expulsión, con toda
justicia, pero de informar sobre eso a dedicarse a insultar
va un abismo y el tal Mascaró, en un programa deportivo de
por la noche, el Chiringuito de Neox, demostró, entre otras
cosas que la chulería no está en Ronaldo, sino en él, con
una actitud de chulo, de prepotente, de engreído, sacando a
relucir, para su defensa lo que significaba “macarra” en el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Lo que le faltaba al gachó, ahora, por primera vez, a sus
años, tirar del Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española, cuando él está a años luz de saber lo que
representa la Lengua Española, en todo el territorio
español.
Llegados a este punto, el muchacho no da para mucho más y ya
que se tiró el farol del Diccionario de la Lengua Española,
se podría haber enterado, para no escribirlo mal, en la
portada de su periódico, nada más conocerse la sanción a
Cristiano Ronaldo, este titular:”Solo dos”, que han sido los
partidos que le cayeron al jugador del Madrid, en vez de
como ellos lo escribieron, ese titular se escribe:” Sólo
dos”. Y es que ese mismo titular lo escribía como es debido,
también en Barcelona, el Mundo Deportivo, teniendo en cuenta
que los acentos en la Lengua Española se ponen donde hay que
ponerlos, que no le quepa la menor duda de que con faltas de
ese tipo, a duras penas podría haber aprobado la
Selectividad, ahora mismo. Eso, simplemente es una anécdota,
pero si te quieres lucir con un “traje de luces” lo primero
que tendrás que saber es atarte los machos, ahora que en
Cataluña no quieren saber nada de la fiesta de los toros,
por ejemplo.
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