Buenos días, gente.
Sigo gozando de un tiempo magnífico, lo que hace buena la
idea que tuve de cambiar de aires viniéndome al sur de la
península.
Este tiempo, el clima, no puede ser democrático nunca. ¿Por
qué?, porque si en el sur gozamos de un tiempo magnífico en
el norte las pasan por agua cada dos por tres y no hay
tiempo climático igual para todos.
Lo anterior se refiere también al tiempo político: no existe
democracia en este país igual para todos.
En Grecia han ganado los de Syriza, casi alcanzan la mayoría
absoluta, y ya están dando palos de ciego los llamados
demócratas conservadores. No solo los griegos sino todos los
de Europa, empezando por el inglés Cameron con su aviso de
que traerán incertidumbre a Europa sin tener prueba alguna
de ello porque aún no entran en el Gobierno griego.
Por otro lado, es norma que el descrédito de un partido
comience con los ataques furibundos contra otro u otros
partidos en vísperas de elecciones, cosa nada democrática.
Las palabras del actual presidente del Gobierno español, en
referencia a Podemos, pueden ser consideradas como parte de
un chantaje hacia el elector por cuanto supedita la
recuperación del país a frenar al mencionado partido
utilizando el miedo como un ariete rompedor de libertades.
La estrategia de los peperos es una estrategia barriobajera,
sin más, por cuanto no luchan noblemente y además causa
dejación de funciones al centrarse en los ataques a otros
partidos, principalmente a Podemos, en vez de hacerlo hacia
su función actual que es la de gobernar el país lo mejor que
pueda y comenzando una larga precampaña con intenciones de
recuperar el voto que amenaza con dejar al PP.
Sus palabras en la Convención pepera no deja lugar a dudas
de su intenso aferramiento al poder aunque venga un Mesías
con maravillosas expectativas de futuro.
Al declarar: “España no está para retrocesos en el tiempo ni
saltos en el vacío. No podemos volver atrás; no podemos
perder el terreno ganado; no podemos tirar por la borda el
sacrificio y trabajo de los españoles. Digo más: no podemos
jugarnos nuestro futuro y el de nuestros hijos a la ruleta
rusa de la frivolidad, la incompetencia o el populismo” está
demostrando su tremendo miedo a perder el poder y encima no
se da cuenta de que su política es de otros tiempos pasados.
La vida de un país no se puede encerrar en una postura tan
conservadora como se entrevé en sus palabras aderezadas con
mentiras como “…no podemos tirar por la borda el sacrificio
y trabajo de los españoles.”
En realidad se está refiriendo que no quiere perder el
chollo de mantener a los españoles en la casta de los
esclavos, salarios tan bajos y contratos tan abusivos, con
esa política derivada de su egoísta reforma laboral, de la
que se sirve para manifestar a los cuatro vientos el falso
descenso del número de parados.
Su tesis económica ha fracasado rotundamente que hasta el
petróleo canario se niega a colaborar con él, negándose a
aflorar en las prospecciones, dejando a todo el Gobierno en
ridículo, con el sosias de JM Aznar al frente.
También proclamó que “No es lo mismo dar doctrina en un
programa de televisión que defender los intereses de España
en el Consejo Europeo”, en clara alusión al líder de
Podemos, Pablo Iglesias.
Pero hombre, Mariano, ¡ay Mariano! ¿Cómo se te ocurre decir
eso cuando sabemos que Podemos no está en ningún tipo de
Gobierno ni puede defender los intereses del país en ningún
Consejo todavía?
Creo que el miedo te hace desvariar, Mariano, mucho más
cuando entra en tu mente los conjuros caribeños que sólo
puede ejercer tu querido ‘santero’ Luis Bárcenas que, con
cada resuello que suelta, te hace temblar los cojones.
Realmente lo que tienes, Mariano, es una ‘Podemitis
gastrointestinal complicada por una bardenitis’ que no te
deja ni salir del retrete.
En fin, la vida sigue y yo también observando la
‘descreditis’ de todo el PP.
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