Pasaban unos minutos de las seis de la tarde cuando los
vecinos de la zona donde se ubica la Comandancia de la
Guardia Civil fueron testigos de un grave accidente en la
que una joven de 17 años, Gema María Pérez Martos, era
arrollada por un vehículo, marca Fiat de color blanco, a
gran velocidad cuando cruzaba por uno de los pasos de
peatones de la zona, junto a su hermana y una amiga que
también resultó herida en la cadera.
Decenas de vecinos se arremolinaron en la zona mientras los
primeros en acudir a la zona del accidente y llamar a la
ambulancia fueron los agentes de la Guardia Civil que se
encontraban de servicio en ese instante y que fueron
testigos de lo ocurrido.
El conductor del vehículo, un joven de 27 años vecino de
Miramar Bajo, Abdeselam A. Y., tras darse cuenta de lo
ocurrido se bajó del coche para intentar ayudar a la joven,
quien yacía en la calzada inmóvil en un charco de sangre
debido a las graves heridas sufridas.
Sensiblemente afectado repetía una y otra vez que el sol le
había cegado y que no se percató de que la joven estaba
cruzando, aunque muchos de los testigos aseguraron que el
vehículo venía a gran velocidad. No en vano, los agentes de
la Policía Local que se desplazaron hasta la zona estuvieron
midiendo y recabando información con el fin de poder
establecer a la velocidad que circulaba el vehículo en el
momento del accidente, confirmándose posteriormente que
excedía en mucho el límite legalmente permitido.
Precisamente, testigos del tremendo accidente relataban a
este medio que la joven fue brutalmente golpeada por el
vehículo, desplazándola entre diez o quince metros.
En el lugar de los hechos se vivieron momentos de mucha
tensión ya que los padres de la joven, tras recibir la
notificación del atropello se personaron en la zona, viendo
la dantesca imagen.
Minutos más tardes de la llamada de emergencia, llegaron dos
ambulancias al lugar de los hechos. Una vez allí, los
facultativos realizaron una primera valoración de las
heridas y mientras intentaban estabilizar a la joven fue
introducida en la ambulancia para trasladarla hasta el
Hospital Universitario y donde llegó con parada
cardiorespiratoria. Teniéndose que emplear a fondo los
médicos para poder reanimarla y estabilizarla, debido a las
graves heridas sufridas en la cabeza y los politraumatismos
que presenta por el fuerte impacto contra el vehículo.
Las importantes lesiones que presenta la joven, quien se
encuentra en estado crítico, hizo que los facultativos
activaran el protocolo y procedieran a su evacuación urgente
al hospital Puerta del Mar de Cádiz donde llegó pasadas las
23.00 horas, quedando ingresada en la Unidad de Cuidados
Intensivos debatiéndose entre la vida y la muerte, por una
nueva imprudencia al volante de un joven de Miramar Bajo,
precisamente la barriada donde hace un par de años, también
en un paso de peatones, otro conductor a gran velocidad
truncaba de raiz la vida de la pequeña Jennifer.
El conductor
Con respecto al conductor, fuentes policiales consultadas
manifestaron que los primeros indicios desvelan que iba a
una velocidad muy superior a la permitida en esa vía.
Igualmente, y tal y como exige el protocolo de actuación en
accidentes de estas características, el conductor fue
sometido a los test de alcoholemia y de sustancias
estupefacientes, destacándose que pese a no dar positivo en
este último, si dio unos resultados muy al límite de lo
permitido, aunque por otro lado otras fuentes consultadas
por este medio aseguraban que el conductor dio positivo en
el test de drogas.
Cierto o no, el joven, del que también se manifestó que está
totalmente destrozado por lo ocurrido, quedó detenido por
conducción temeraria e imprudente con lesiones muy graves
por la Policía Nacional, la cual ha abierto las diligencias
oportunas.
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