Agentes de la Policía Nacional, tras más de dos años de
investigaciones, han arrestado a 55 integrantes de una macro
organización marroquí asentada en España para introducir en
Europa importantes cantidades de hachís. Dos de los
detenidos lo han sido en Ceuta. Durante la operación se han
incautado 11 toneladas de este estupefaciente, más de 2
millones en efectivo, siete armas de fuego -entre las que se
encuentran dos fusiles de asalto considerados armas de
guerra- contramedidas electrónicas y equipos de
comunicaciones avanzados usados por los detenidos.
La red se estructuraba en células independientes diseminadas
a lo largo de España, país que servía como punto intermedio
para abastecer de hachís a narcotraficantes en otros países
europeos como Francia, Reino Unido, Países Bajos o Italia.
Cada célula se asentaba en distintas localidades españolas y
sus miembros desconocían la existencia, funcionamiento e
identidades de los componentes de las otras células.
“El que recoge el hachís no es el que paga. Los que tienen
el hachís no tocan el dinero”, ha destacado José Luis Conde,
comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial,
La operación ha descubierto una trama que, además de
distribuir hachís por toda Europa desde España, se dedicaba
al blanqueo y los sobornos. Labanda blanqueaba todo el
capital, en ocasiones a través de ciudadanos chinos, otras
veces usando el método de la hawala (envío de dinero a
través de redes de confianza). El dinero seguía la ruta
Madrid-Algeciras-Málaga para ser lavado a través de cinco
empresas ya embargadas. También compraban joyas para
blanquear el dinero y las llevaban al Magreb. Las
carnicerías musulmanas y otros negocios también se usaban
para blanquear. “El dinero siempre retornaba al Magreb, no
se ha quedado en Europa”, ha afirmado José Luis Conde.
Los delincuentes eran “peligrosos y veteranos”, ha explicado
Conde, algunos de ellos con condenas por homicidios. Con sus
rivales eran muy violentos. Usaban más de 500 teléfonos
diferentes para no ser detectados, además de medios de
contravigilancia que la policía “nunca había visto antes”.
Naves industriales y droga en depósitos de combustible
En primer lugar la droga atravesaba el estrecho de Gibraltar
en potentes lanchas motoras semirrígidas o bien oculta en
dobles fondos o depósitos de combustible de camiones de gran
tonelaje. Los narcotraficantes investigados operaban en
España como punto en el que coordinar la logística,
almacenaje y transporte de la droga hacia Europa. Para ello
utilizaban naves industriales y locales comerciales ubicados
localidades de distintas provincias como Madrid,
Guadalajara, Barcelona y Málaga. Al objeto de distribuir la
droga a los compradores la red también se valía de camiones
o turismos con “caletas”, oquedades ocultas practicadas para
alojar la droga. Esta estructura de transporte era usada
para dos cometidos fundamentales: tanto transportar el
hachís desde Marruecos hasta distintos países europeos, como
retornar a Marruecos los beneficios en efectivo obtenidos
por la venta del estupefaciente.
Durante los más de dos años que han durado las
investigaciones, los agentes de la Policía Nacional han
actuado en fases contra los miembros de la red, con 55
detenciones: uno en Briviesca (Burgos), uno en Baza
(Granada), catorce en Algeciras, diaciséis en Madrid, tres
en Los Barrios (Algeciras), cuatro en Guadalajara, uno en
Badalona (Barcelona), uno en Málaga, cinco en Barcelona,
cuatro en Mataró (Barcelona), uno en Alhaurín el Grande
(Málaga), dos en Lucena (Córdoba) y dos en Ceuta.
Entre los arrestados se encuentran los líderes de las
células asentadas en España, así como los integrantes de las
mismas, encargados de las labores de almacenaje y
distribución de la droga. La gran mayoría de los componentes
de la organización contaban con antecedentes y alguno de
ellos incluso por homicidio con reclamaciones en vigor de
otros países.
En el total de la operación se han incautado 11 toneladas de
hachís distribuidas en varias provincias españolas. Las
cantidades más importantes se han encontrado en las
localidades de Alovera (Guadalajara), Alcalá de Henares y
San Fernando (Madrid), con un total de 3500 kilos; 2300
kilogramos en Barcelona, 3300 kilos en Alhaurín el Grande
(Málaga), 650 kilos en Algeciras y 1000 kilos en Madrid.
Por otro lado, los agentes también se han incautado de más
de 2.000.000 de euros en efectivo, 52 turismos, 5 camiones y
un tráiler, 200 teléfonos móviles, 20 equipos informáticos,
7 armas de fuego (dos de ellas fusiles de guerra AK47 y Colt
M4), 30 depósitos de combustible para camiones y numerosas
matrículas dobladas.
La investigación ha sido desarrollada por agentes de la
sección de estupefacientes de la Brigada Provincial de
Policía Judicial de Madrid, con la colaboración de agentes
de la División Económica y Técnica, de la Comisaría General
de Policía Judicial, de la Comisaría General de Seguridad
Ciudadana, de las Jefaturas Superiores de Policía de
Cataluña, Andalucía Oriental y Andalucía Occidental, así
como los oficiales de enlace de España en Francia y
Marruecos, el oficial de enlace de Francia en España y
agentes de la comandancia de Madrid de la Guardia Civil y de
la Policía Municipal de Madrid.
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