Para que vayan aprobando todos los
alumnos, aunque sus calificaciones no lleguen a un 3. Málaga
se lleva la palma.
Y es que veo, en la prensa del 22 de enero, como ha habido
“dos nuevos aprobados de despacho” en un IES de Málaga.
“Manda huevos” que habría dicho Trillo, en su día.
Efectivamente, según publica El Mundo, edición de Andalucía,
la Consejería de Educación de la Junta ha vuelto a utilizar
su maquinaria burocrática para ordenar el aprobado de dos
alumnos, contra el criterio de sus profesores. ¡¡Viva
Cartagena!!, que diría aquel.
Según el propio Mundo se trata de dos estudiantes del IES
Vicente Espinel de Málaga. Estos alumnos reclamaron los
suspensos en la convocatoria de septiembre de 2014, en las
asignaturas de Latín y Griego.
Lo que me faltaba ver, que cualquier fantoche de esos que a
duras penas saben “una mijita” de español, siendo españoles,
nos venga un día intentando meter mano en las asignaturas
“más clásicas” de la enseñanza y las pongan, también, en la
órbita de su ignorancia.
Como catedrático de Filología Griega que soy, desde hace ya
muchos años, al ver noticias de este tipo, tengo que apretar
los dientes varias veces para no “jurar en arameo” o no
tener que empezar a maldecir “a la madre que parió” a tantos
desvergonzados como hay en el mundo.
Lo curioso es que, siguiendo la información del Mundo, los
alumnos habían obtenido respectivamente las calificaciones
de 0.3, 0.8, 0.2 y 2.3, en las pruebas de septiembre.
La Administración ha decidido elevar todas ellas al 5, sin
justificar el porqué de esa nueva calificación.
Y uno, en la distancia, tiene que pensar bien y decir que
esa nueva calificación dada por “esa Administración” se ha
dado por “cuestión orgánica”, o lo que es lo mismo, “porque
les ha salido ..., de ahí”.
Malditos perros, uno ya no sabe en qué país estamos viviendo
y los argumentos esgrimidos por la comisión provincial de
reclamaciones ... subraya que “no existe adecuación de los
criterios de evaluación sobre los que se ha llevado a cabo
dicha evaluación...”. Esto es, papeleo, papeleo y más
papeleo, todo lo demás sobra.
Al final, y esto cada día está más claro, lo que da votos,
en este caso a los del “capullo” en Andalucía, no es que los
alumnos salgan formados, más bien que tengan un titulito,
aunque éste sea de papel mojado. Da vergüenza.
Y en estos días, cuando empieza a rumorearse que Andalucía
podría adelantar sus elecciones autonómicas, lo que desde
aquí decimos y pedimos a quienes tienen que ir a depositar
la papeleta a la urna es que se lo han puesto claro estos
chavales del “capullo”, por cuanto lo mejor para que la
enseñanza sea seria allí es que, precisamente, ellos dejen
de dirigirla, que sean otros los que la dirijan, para lo
cual no deben votarles.
Málaga, Andalucía, España serían unos lugares serios, muy
serios si gobernaran personas preparadas y seria, porque
mientras sigan gobernando “peleles” incultos así nos van a
seguir yendo las cosas, como se demuestra en los métodos de
querer dar títulos sin que el que los reciba sepa algo.
Jamás, en un país serio, se puede cometer una osadía como
ésta y menos con asignaturas claves, serias, dignas y
formativas como son el Latín y el Griego. Está muy claro
para mí que lo único que deben saber algunos de esos que han
aprobado a estos chavales, por la cara, es que el
“Olimpiakós” es un equipo griego.
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