La avaricia es el afán inmoderado y desordenado de poseer y
adquirir riquezas para atesorarlas, según el diccionario de
la Real Academia de la Lengua, es decir, querer tener más y
más cosas con el fin de guardarlas para uno mismo, en un
lenguaje un poco menos técnico. Ahora, imagine que tiene
unos saquitos en los que va guardando todas esas cosas que
va consiguiendo. Cada vez mete más y más. Llegará un momento
que esos sacos ya no tendrán más capacidad, al final se
romperán.
Pues bien, esta es la forma gráfica que explica el titular
de este artículo. ¿Quién no ha oído hablar en alguna que
otra ocasión que “la avaricia rompe el saco”?. Pasa con
muchos políticos y empresarios, que utilizan su poder o
influencia para ganar dinero ilícitamente para ellos, y en
lugar de conformarse con un poco, pues no, cada vez quieren
más y más hasta que se les descubre y muchos de ellos
terminan destituidos de su cargo o en la cárcel. La trama
Gürtel o el caso Nóos demuestran que la avaricia rompe el
saco y acaba teniendo otro destino mucho menos bonito que el
de vivir a base de dinero público
Es bueno ser ambicioso en la vida y querer cosas, pero
siempre hay que saber el límite y no traspasar la frontera
entre una ambición positiva y una avaricia delictiva.
En el caso de la adjudicación por parte de la Ciudad de los
dos locales a la empresa editora de ‘El Faro de Ceuta’, la
avaricia del editor no solo le pone a él en una situación
delicada sino que pone en serio aprieto a los que, desde su
cargo público, le han dado su confianza y se han prestado a
ir llenando un saco que en estos momentos se encuentra lleno
de asuntos turbios y amenaza con reventar.
La adjudicación a dedo de 800 metros cuadrados en pleno
centro de la ciudad a la empresa editora de ‘El Faro de
Ceuta’ es un insulto a todos los ciudadanos trabajadores y
honrados, y las pequeñas empresas que no pueden acceder a
tan magnífico chollo y que solamente desean vivir bien con
lo que tienen.
La avaricia rompe el saco… Es hora de romper con las
costumbres que protegen la avaricia.
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