Y nunca mejor dicho. Veo con gran
satisfacción que, desde la Delegación del Gobierno “no pasan
olímpicamente” tras los problemas que se han planteado en el
Tarajal y que, en muy pocos días, pretenden que esté
totalmente solucionado.
Me alegro, porque no hay cosa que me duela más que comprobar
que unas personas, por el mero hecho de haber nacido
desheredados de la fortuna, son “atropellados”,
“arrastrados” o “pisoteados” como lo fue, hace muy pocos
días, una joven porteadora, en el Tarajal.
Veo en la prensa, en la edición de ayer, miércoles , 21 de
enero, que la Delegación del Gobierno va a recurrir a la ley
de Seguridad Privada para el Tarajal. Todo lo que se haga y
sea para mejorar tiene que ser aplaudido, desde el primer
instante.
Es más, el propio delegado del Gobierno, Francisco Antonio
González Pérez, está convencido de que escasamente en una
semana, o en muy poco más, el servicio de vigilancia privada
va a estar restaurado en los polígonos del Tarajal, con lo
que los problemas estarán totalmente recortados, si es que
no solucionados.
La situación, es cierto, había llegado a ser caótica, con
una sensación de inseguridad, en estos polígonos, que no
podía continuar así, porque el problema ya viene de lejos,
nada más y nada menos que desde el pasado mes de abril,
cuando desapareció el servicio de Vigilancia Privada, en
estos polígonos.
Desde la Delegación del Gobierno no se van a tomar esto, a
la ligera, y si es que no se recupera el servicio que
desapareció hace nueve meses, la Delegación del Gobierno
recurrirá a la Ley de Seguridad Privada, con lo que se
impondrá un plan claro de seguridad.
Aquí no hay órdago de ningún tipo, ni nada que se le
parezca, aquí de lo que se trata y no habrá marcha atrás es
de que la seguridad sea real y no estar pendientes, a cada
instante, de cual será el problema que se presente “hoy”.
Se insta, como no podía ser de otra forma, a los
comerciantes de esa zona, a los que tienen sus naves en
estos polígonos, a que contraten, de nuevo, este tipo de
seguridad privada que hubo anteriormente.
Y es que aquí hay verdadera preocupación por restaurar la
seguridad que ahora está rota en esa zona comercial, zona en
la que el ambiente que se respira es un ambiente de
auténtica inseguridad, rayando con el caos, en muchas
ocasiones.
En todas partes, ahí en los polígonos, se ve con claridad
que anteriormente, cuando la empresa Seguriber estuvo
prestando sus servicios no se producían todo este tipo de
altercados en la zona, mientras que ahora se ha llegado al
“más es imposible” por cuanto en esos polígonos hay
apedreamientos, avalanchas y todo tipo de altercados, muy
especialmente desde el pasado día 1 de diciembre, situación
que va creciendo, cada día más, especialmente en las últimas
semanas, lo que da una situación en la que se está viviendo
allí un clima de verdadero peligro, constantemente.
El problema está ahí, la solución, aunque sea difícil, es
posible, con lo que ahora mismo están condenados a
entenderse la Delegación del Gobierno y los comerciantes de
esa conflictiva zona.
La seguridad, poniendo cada parte lo que le corresponde, es
posible, lo contrario, si alguien “se echa para atrás”, ya
veríamos que consecuencias iba a traer. Eso está claro para
los que nos encontramos fuera, para los de dentro ..., ellos
verán.
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