Buenos días, gente.
Esta mañana he estado corriendo por el frente marítimo,
aprovechando el magnífico sol que asomaba por el horizonte,
finalizando con parada en mi bar favorito “el del desayuno”,
éste bar me recuerda al del mercado central de mi ciudad
natal con sus churros y buen café.
Uno de mis conocidos, asiduo también a ese bar, me comenta
que estamos en un mundo de locos a juzgar por las noticias
que acaba de leer.
Sí, tiene razón este amigo. Estamos en un mundo donde el
Gobiernos de nuestro país cambia de batuta y pasan a ser
como los gobiernos fundamentalistas.
¿Cómo?, pues sí señores, la noticia de que el Consejo de
Estado de nuestro país ha presentado un informe sobre el
proyecto de Reglamento de Circulación, que al leerlo me
entra la risa tonta.
¡¡Se plantea limitar la velocidad de los peatones!! ¡¡Les
realizarán controles de alcoholemia!!
Ciudadanos, no hagáis deportes pedestres porque os puede
caer una multa por exceso de velocidad.
Ciudadanos, vayamos con cuidado y no participemos en las
fiestas populares que organizan los políticos porque luego
os la van a cobrar cosiéndonos a multas. Ni asistáis a bodas
o celebraciones, a menos que no sirvan ni una pizca de
alcohol.
Todo esto es absurdo. Como absurdo es que pretendan imponer
límite de velocidad a las bicicletas cuando estas no poseen
velocímetros.
¿Así lucha nuestro Gobierno por el país? ¿Sacando normas de
debajo de las piedras con el fin de seguir la rapiña?
Hombre Mariano, dile a los de la DGT que no exageren la
comedia esperpéntica.
Tan esperpéntica como prohibir la velocidad de los peatones…
si van por aceras estrechas tendrán que poner señales
visuales como “Prohibición de adelantar en aceras estrechas
a sujetos orondos”.
Es lo más absurdo que he leído en toda mi vida. Sigan
votando a esos, claro que sí.
No quiero creer que me vayan a multar por correr a 16 km/hora
por una acera limitada a 8km/hora porque vaya perdiendo el
autobús… ¿a qué suena esto?
Realmente esto raya en lo grotesco. Recuerda mucho las
represiones vividas en tiempos remotos, cuando el funesto
régimen franquista. En este caso se trataría de caminar con
cuidado ¿No?... Ni el propio Franco llegó tan lejos.
Lo que nos espera en un futuro no muy lejano: prohibiciones,
control de masas, de personas, implantaciones de chips en
los humanos, control de natalidad mediante el cual solo
podrán tener hijos los ricos, etc. Van colando,
sibilinamente, leyes y más leyes a ver qué pasa… ¿adiós a
nuestras libertades? NI HABLAR.
Si el Gobierno pepero tiene que recurrir al Consejo de
Estado para saber esto… son más inútiles de lo que yo creía.
Rajoy, te mando un consejo: en referencia a los peatones,
prepara los hospitales porque habrán colas para implantarse
un cuentakilómetros, en lugar de marcapasos, conectado a un
taquímetro; subvenciona a empresas que se dediquen a
fabricar zapatos con freno de disco y a empresas fabricantes
de alcoholímetros, dando preferencia a tus amigos
empresarios desde luego…
Lo del alcoholímetro sería eficaz llevarlo en el bolsillo y
si al soplar da positivo, habrá que ocupar un asiento en uno
de esos muchos bancos que en todas partes están poniendo, me
preguntaba para qué tantos bancos, y esperar antes de
reemprender la marcha.
Mariano, ¡ay Mariano!, ¿por qué te complicas tanto?, pon un
impuesto sobre el aire que respiramos y dame un número de
cuenta… estoy tan aburrido del circo que montas.
Al menos puedes endurecer una ley, sí hombre, esa ley sobre
cagadas de perro. En mi ciudad ando haciendo eses y mirando
el suelo, no es que camine borracho o drogado, es que estoy
intentando sortear las mierdas de perro que sus propietarios
incivilizados no recogen.
Estáis legislando a golpe de ‘gin tonics’ subvencionados
¿No?, de lo contrario no me entra en la cabeza tanto
despropósito.
En fin, la vida sigue y yo también, y tomo un ‘Jack Daniel’s’
por la paliza de escribir chorradas.
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