Quienes están cerca de todo lo que
viene sucediendo, en las inmediaciones de la frontera,
hablan de caos, de disturbios y de avalanchas, además de los
descontroles que perjudican a unos, molestan a otros y a los
más débiles, además de lesiones, les pueden aportar algo
peor.
Y ese algo peor estuvo a punto de convertirse en tragedia en
una porteadora, cuando esta pobre mujer, como otros cientos
de desheredados, trataba de llevar “su equipaje” con el que
poderse ganar un pedazo de pan.
Mal parece que están las cosas, en ese entorno de la
frontera, desde hace muchos meses, pero pienso que la
situación no debe ser nada fácil, cuando pasan los días, las
semanas y los meses sin que nada haya cambiado, con
permanentes alborotos que hacen imposible el establecimiento
del orden, a lo largo de las horas, por parte de los
correspondientes policías.
Esto no viene de hoy, se viene denunciando desde hace meses,
pero el problema debe estar tan enraizado que muy difícil
parece llegar a poderse solucionar, al menos por ahora,
cuando hay una serie de términos que se van haciendo
repetitivos y a los que no se está dando ningún tipo de
solución, porque las situaciones enquistadas, y esa parece
que lo está, no se actualizan y solucionan de un tirón.
El suceso de hace un par de días se quedó corto para lo que
pudo ser, estuvo a punto de llegar más allá a una situación
de carácter irreversible, por cuanto corrió muchísimo
peligro la vida de una porteadora, cuando intentaba pasar
uno de sus bultos hasta Marruecos.
Y es que, mirémoslo por donde lo miremos, se han ido
montando como dos mundos aparte, en las inmediaciones del
Tarajal, por un lado esos porteadores que siguen intentando
dormir, en cobijos de cartón o en cualquier lugar que
encuentran, con frío o calor, para así ser capaces de llegar
los primeros a su “trabajo”, acercarse a los bultos ellos
los primeros y ser los primero que luego lleguen al país
vecino.
La idea es sólo una, intentar pasar todos los bultos
posibles, con lo que lograrán unos pocos euros más para
seguir “viviendo”.
En uno de esos controles policiales a lo que siguió
apelotonamientos, avalanchas y todo tipo de desórdenes, una
mujer joven fue literalmente pisoteada por el gran número de
portadores, llegando a correr peligro su vida por
aplastamiento.
Esto se está escapando de las manos, no creo que sólo desde
aquí, más bien desde ambos lados, puesto que un simple
viaje, por poco que se pague, les proporciona a muchos lo
necesario para “vivir”, si a eso se puede llamar vida.
Y no hay más que darse cuenta que todo el conflicto comenzó
a primerísimas horas de la mañana, poco después de las seis
de la madrugada, cuando los policías desplazados a la zona,
una vez más, fueron apedreados.
Se había dado el punto de arranque que se iba repitiendo a
intervalos y que tuvo en un constante peligro a todos los
que ocupaban aquellos lugares.
La mujer herida de gravedad fue trasladada a los Servicios
de Urgencias del Hospital, donde se apreció como esta joven
tenía, realmente, machacadas dos vértebras, de las zonas
lumbar y dorsal. Situación grave que había que atajar fuera
de Ceuta, por lo que su evacuación urgente fue al Hospital
Puerta del Mar de Cádiz.
A eso, ya veremos con qué consecuencias más, se llegó y a
situaciones similares se va llegando día tras día. ¿Qué se
puede hacer para erradicar estos peligros?. De momento, todo
el mundo calla y eso que una mujer muy joven corrió un
gravísimo peligro. Uno más.
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