El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José
Manuel García-Margallo, ha advertido este martes de que
Ceuta y Melilla son un “punto de tránsito” desde el que han
salido combatientes que han ido a luchar a Siria e Irak y
han vuelto, lo que supone una amenaza para Occidente.
Por eso, ha pedido a la UE que haga un “esfuerzo”, porque es
“su obligación”, para controlar la frontera de Ceuta y
Melilla ante el avance del terrorismo yihadista y otros
desafíos.
En declaraciones a los medios de comunicación tras
participar en un desayuno informativo organizado por el Foro
de la Nueva Economía, el ministro recordó que las ciudades
autónomas constituyen la única frontera terrestre que la UE
tiene con Africa
Por eso, insta a la UE a que haga un “esfuerzo” por
controlar los flujos migratorios por estas fronteras, no
solo para combatir el yihadismo, sino para hacer frente a
otros retos, como la epidemia del Ébola en el continente
africano.
En su intervención en el foro, se refirió al yihadismo como
“probablemente el fenómeno global más grave” para el mundo
islámico y Occidente de los últimos tiempos. “Todos estamos
amenazados”, reconoció el ministro, que defendió que en la
lucha internacional contra el terrorismo islamista son los
países musulmanes los que deben asumir el protagonismo
principal.
“A nosotros (los países occidentales) nos corresponde
ayudarles, financiarles, darles apoyo logístico, armamento y
apoyo diplomático”, pero son los países islámicos los que
tienen que asumir el protagonismo para no repetir los
“errores muy recientes” en los que “se interpretó la
intervención occidental como una continuación de las
Cruzadas”. “No podemos convertir esto en una lucha entre
Occidente y los países islámicos”, ha insistido, para
abundar en la necesidad de una “estrategia” internacional,
“completa, global”, en la que participen la Unión Europea,
la OSCE, o la propia Liga Árabe, con cuatro pilares:
primero, y en relación con la Coalición, el “militar”,
porque, con el Estado Islámico y su competidor Al Qaeda “no
cabe el diálogo”; segundo, legislativo y policial, con
medidas especiales en el control de fronteras; tercero,
ideológico -Margallo ha hecho especial mención al apoyo de
España a la Alianza de Civilizaciones y a la iniciativa de
Arabia Saudí para promover en Egipto una conferencia para la
difusión de una versión “más tolerante” del Islam-; y, en
último lugar, un pilar económico: “Allí donde hay pobreza”,
ha dicho, “los servicios esenciales son cubiertos por
movimientos intolerantes que acaban exigiendo disciplina”.
Estrategia global
El ministro, que el jueves participará en Londres en una
reunión de la Coalición internacional contra el Estado
Islámico, informó de que en la actualidad la comunidad
internacional está “perfilando” una estrategia global contra
el terrorismo yihadismo.
Una estrategia, explicó, que tiene varias vertientes. La
militar, pues contra el Estado Islámico o Al Qaeda “no cabe
más solución que la victoria militar”; la de la legislación
interna, con herramientas para combatir el blanqueo de
capitales y controlar las fronteras frente al tránsito de
combatientes extranjeros y la vertiente de las ideas.
|