El juicio contra Ceutahelicopters por la deuda que le
reclaman los cinco pilotos que tenía contratados la compañía
no se celebró ayer ante la ausencia del letrado de la
empresa y de un representante. El abogado, al igual que
sucedió el lunes con el juicio que había previsto en Málaga
por la reclamación de dos trabajadores de tierra, presentó
una baja por enfermedad. Así, la vista ha sido pospuesta
hasta el próximo 16 de febrero. Días antes, concretamente el
5 de febrero, está fijado el juicio por las reclamaciones de
los diez empleados de tierra que la compañía tenía en Ceuta.
Fuentes cercanas al caso han explicado a EL PUEBLO que todo
apunta a que el interés de la compañía es eludir el pago.
Ceutahelicopters presentó ante el juzgado una comunicación
previa de concurso de acreedores el pasado 27 de julio. A
partir de entonces la empresa tenía tres meses para negociar
con sus acreedores el pago de la deuda, tanto la cantidad
como los plazos en la que ir abonando la cantidad pendiente,
pero al parecer no se ha puesto en contacto con ninguno de
ellos. Durante este periodo, al que se le añade un mes
extraordinario, nadie puede solicitar un concurso de
acreedores. Este puede ser voluntario o necesario, en
función de si lo presenta o no la empresa. A su vez, se
puede declarar que el concurso es fortuito y que la empresa
ha tenido que cerrar por causas ajenas a su administración o
que, por el contrario, es culpable, en cuyo caso los
responsables de la empresa podrían verse obligados a
afrontar con su patrimonio la deuda. Desde el entorno que
reclama a Ceutahelicopters lo adeudado tanto en nóminas como
en indemnización por despido, creen que la empresa quiere
eludir este extremo y por ello se declara insolvente e
intenta que se la vea como independiente a Cathelicopters,
para que la matriz, en Cataluña, no se tenga que hacer cargo
de abonar las deudas.
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