La policía marroquí ha desmantelado este martes una célula
yihadista activa en la ciudad norteña de Castillejos (Fnideq),
vecina de la ciudad de Ceuta, que ha jurado fidelidad a la
organización terrorista Estado Islámico (EI) que opera en
Siria e Irak.
La operación, que ha sido llevada a cabo la Brigada Nacional
de la Policía Judicial marroquí, se ha saldado con la
detención de tres personas
El Ministerio de Interior informó en un comunicado de que
uno de los tres miembros que integran esa célula reclutó y
mandó a su hermano para combatir en las filas de EI donde
murió a finales de 2014.
La misma fuente añade que los miembros de esta célula tenían
“vínculos estrechos” con un comando yihadista que fue
desmantelado el pasado agosto en coordinación con España y
que fue activo en Castillejos, Tetuán (30 kilómetros al sur
de Ceuta) y en el centro de Marruecos.
El comando enviaba a yihadistas a los campos de
entrenamiento de EI y algunos de los reclutados participaron
entonces “en operaciones bárbaras como la decapitación de
soldados sirios e iraquíes y su difusión en las redes
sociales”, como indicaron entonces las autoridades
marroquíes.
Castillejos como las regiones vecinas a las dos ciudades
españolas Ceuta y Melilla son considerados como principales
viveros del extremismo islámico en Marruecos y de ellas han
salido un buen número de combatientes yihadistas para luchar
en Irak y Siria.
Medidas de seguridad
Rabat reforzó sus medidas de seguridad durante el segundo
semestre de 2014, tras haber comprobado “una amenaza
terrorista seria”, y aceleró el desmantelamiento de células
yihadistas.
Marruecos libra una lucha sin cuartel contra el yihadismo,
incluso el que se encuentra en estado naciente o de mera
intención, y en octubre anunció la entrada en vigor de un
dispositivo de alerta bautizado como Hadar (precaución) con
el fin de reforzar la protección de los sitios estratégicos
del país, así como el turismo.
Los medios marroquíes ya habían anunciado en los pasados
días que las autoridades marroquíes iban a intensificar sus
medidas de seguridad y que realizarían campañas preventivas
contra posibles amenazas con ocasión de los festejos de fin
de año.
El ministro de Justicia marroquí, Mustafa Ramid, dijo
recientemente ante una comisión parlamentaria que unos 1.212
marroquíes se incorporaron a la yihad en la organización
terrorista Estado Islámico (EI) y añadió que 147 personas
son investigadas actualmente en el país magrebí tras haber
regresado de los combates en Siria e Irak.
El pasado septiembre, el Gobierno marroquí aprobó una serie
de enmiendas legales del Código Penal que criminalizan de
forma expresa el reclutamiento o viaje de futuros yihadistas
a las zonas de tensión, así como la apología al terrorismo.
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Oleada de arrestos de salafistas marroquíes en los últimos
días
Las autoridades marroquíes han
llevado a cabo en los últimos días una oleada de detenciones
entre los salafistas marroquíes en la región Tetuán y
Castillejos y de Tánger. Sobre la presunta relación de los
detenidos con proyectos de unirse a la yihad con la
organización Estado Islámico, el portavoz de la Coordinadora
de defensa de los detenidos islamistas, Abderrahim Ghazali,
reconoció que en los interrogatorios también se hizo alusión
“a Irak y Siria y a la corriente salafista”, sin dar más
detalles. La coordinadora siempre ha tratado de desmarcarse
de los marroquíes que se han unido a la yihad, pero algunos
personajes notorios dentro de esta misma coordinadora han
desaparecido momentáneamente de la circulación para aparecer
más tarde militando en un grupo yihadista en Siria o Irak.
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