La AD Ceuta FC sumó ayer tres puntos muy valiosos que le
permiten mantenerse en la estela del play off de ascenso.
Los cuatro primeros clasificados del grupo también
consiguieron ganar sus respectivos encuentros, lo que
obligaba al cuadro caballa a vencer al Sevilla C para no
quedar descolgado. No fue fácil. Ni siquiera cuando, en el
35’, el filial sevillista se quedó con un hombre menos por
la expulsión de su guardameta José Antonio. El equipo
caballa dominó con claridad el segundo tiempo, aunque se
encontró atascado en ataque ante una defensa bien ordenada.
Sin embargo, y cuando parecía que estaba ya todo resuelto,
Villatoro protagonizó una gran jugada personal que finalizó
con un fuerte zapatazo que se convirtió en el 1-0 con el que
concluyó el choque.
El Ceuta comenzó el encuentro algo más relajado que su
rival, que saltó al campo dispuesto a gustarse y, ya de
paso, a convertirse en el primer equipo en regresar con la
victoria del Alfonso Murube. Así, a los tres minutos de
juego el conjunto sevillano contó con su primera ocasión de
peligro en un peligroso centro raso de Abel que,
afortunadamente para los ceutíes, no encontró rematador. Al
equipo caballa le costaba encontrarse cómodo en el centro
del campo, mientras que el Sevilla C aprovechaba su
velocidad para alcanzar con algo más de peligro la línea de
tres cuartos de campo.
Así, en el 10’, fue el sevillista Ranchero el que aprovechó
una media salida de Garrido para buscar el gol, aunque el
guardameta caballa rectificó bien para despejar el disparo
final del delantero. La primera ocasión para el Ceuta no
llegó hasta alcanzado el primer cuarto de hora de partido,
con un disparo desde fuera del área de Said que atajó sin
demasiados problemas José Antonio.
Desde ese momento, sin embargo, el Ceuta comenzó a
encontrarse algo más cómodo sobre el campo, incrementando
también la intensidad en su juego. Gracias a ello, los
ceutíes tuvieron una gran ocasión para adelantarse en el
marcador en el 25’; primero con un centro algo largo de
Villatoro y, en la misma jugada, con un peligroso disparo de
Ismael (que sustituyó un minuto antes a Tito No) que sacaron
entre la defensa y José Antonio. Fue, precisamente, el
guardameta sevillista el protagonista de la siguiente
jugada: Ismael encaró la portería hispalense tras un buen
pase de cabeza de Said, siendo derribado fuera del área por
José Antonio. Siendo el último hombre del conjunto
sevillano, el colegiado onubense terminó expulsándolo,
quedándose el Sevilla C con diez jugadores.
Quedaban diez minutos para el final del primer tiempo y el
Ceuta tomó la iniciativa. El filial sevillista tuvo que dar
un paso atrás, mientras que el equipo caballa intentó
aprovechar su superioridad numérica para llegar al descanso
por delante en el marcador. Sin embargo, en la jugada más
clara para los ceutíes, Ito remató demasiado alto y su
disparo se marchó rozando el larguero.
Tras la reanudación, el Ceuta tomó el mando del partido. El
Sevilla C se encerró algo más en su campo para intentar
anular en ataque a los ceutíes. Algo que cumplió casi a la
perfección. Durante muchos minutos del segundo tiempo los
jugadores ceutíes fueron incapaces de poner a prueba al
joven Fernando, por el que fue sacrificado Ranchero. No fue
hasta el 77’ cuando el Ceuta se plantó con claridad en el
área sevillista, tras un buen centro raso de Villatoro que
Said, con todo a su favor, no acertó a rematar.
Durante los últimos minutos del encuentro el Ceuta
intensificó todavía más su juego. Asián retiró a Aitor para
situar a Pereña junto a Ito, sacando toda la artillería en
ataque. Ito, en el 82’, fue el primero en poner
verdaderamente a prueba al portero sevillano con un remate
de cabeza ante el que Fernando respondió con una bonita
estirada. Un minuto después, Ismael desaprovechó la ocasión
más clara al intentar una vaselina sobre Fernando. El ceutí,
en vez de disparar cruzado, intentó hacerlo bonito enviando
finalmente el esférico por encima del larguero.
Las prisas parecían marcar el juego del Ceuta, hasta que en
el 88’ apareció Villatoro para deshacerse de dos rivales y
plantarse en la misma frontal del área, desde donde lanzó un
potente disparo pegado al poste que se convirtió en el 1-0
con el que acabó el encuentro.
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