Son 26,50 euros, señora” - “¿Cómo? ¿Tan poco? Sí que está
barata la gasolina oye”. Esta conversación es lo primero que
oímos al entrar en la gasolinera. La muchacha que recién
acaba de llenar el depósito nos mira, todavía con cara de
sorpresa por el importe, y nos explica que no se esperaba
que le saliese tan barato llenar el tanque. “Sí que había
leído algo de que la gasolina había bajado, pero esto… El
mío es un coche chico, el depósito no es muy grande, ¡pero
es que en Galicia me costó la última vez 43 euros!”. Ya
solos, el dependiente nos cuenta que no es la primera que se
lleva una alegría a la hora de pagar.
Con la reciente bajada del precio del barril de petróleo los
países importadores de crudo se están frotando las manos.
Otra situación es en la que se encuentran los exportadores
pero, ¿Cómo repercute todo esto al pie del surtidor? Los
puntos de venta de combustible han notado un incremento de
las ventas. No sólo ha aumentado la afluencia de gente si no
que también han cambiado los hábitos de consumo según nos
cuenta un dependiente de una gasolinera. “Viene algo más de
gente aunque lo que realmente se se está viendo es que los
clientes llenan más el tanque. Antes te pedían 15, 10 euros…
Ahora son más los que piden 30, 40 euros, o llenar el
depósito directamente. Se nota mucho la diferencia. El
cliente lo aprecia, lo valora porque están aprovechando el
momento que estamos viviendo. Sobre todo lo nota el que
llena el depósito y los que más gasto hacen”. Lo más
demandado es el gasoil y la gasolina 95, la 98 se pide menos
ya que la suelen usar quienes salen de la ciudad y van a
realizar trayectos más largos. Hay diferencia también en
quién se está animando más a aprovechar la situación, la
gente joven, habitualmente más apurada de dinero, ha pasado
de comprar 10 euros a obtener tanto combustible cómo sus
depósitos les permitan.
La diferencia de precio con Marruecos es pequeña ahora “El
gasoil en Marruecos está a 88 céntimos me comentan los
clientes, la gasolina no lo sé”. También se ha desvanecido
el turismo del combustible ya que la gente no está yendo al
país vecino a comprarlo. Habitual era (o es, dependiendo de
lo que dure la bajada de precios) que los ceutíes fueran a
llenar el tanque y a comprar alguna cosa aprovechando el
viaje. “Lo que hacen las personas es no calentarse la cabeza
para pasar la aduana, perder tiempo allí, luego irse a
Castillejos o a Rincón con el gasto que eso supone… Total,
entre que vas y vuelves pierdes el día y sólo has ahorrado
unos céntimos. No merece la pena andarse con todo ese
engorro”.
Dada la situación, con la ínfima diferencia de precios a
ambos lados de la frontera, ya no compensa cruzarla. No sólo
hablamos de dinero, profesionales de la venta de gasolina
refieren a comentarios de sus clientes cuando nos indican
que la calidad no es la misma. Hay muchos comentarios que
dicen que el combustible no está bien depurado, que vienen
muchas veces con agua a menos que uno se desplace hasta
Rincón que se encuentra a unos 30 Km aproximadamente.
No todo el mundo sabe la situación actual del petróleo. Al
igual que la chica a la que nos referimos al principio de
este artículo, hay quien se lleva la agradable sorpresa a la
hora de pagar tras adquirir el producto o, si primero abonan
el importe, al comprobar que la agujita indicadora del nivel
de combustible sube más de lo esperado. La nota
predominante, sin embargo, es la del cliente que llega a
sabiendas, que viene enterado de la situación y viene ya con
la intención de aprovechar el momento o incluso hay quien se
acerca al puesto de venta, y pregunta “¿A cuánto está la
gasolina ? - ¡A 99 céntimos, y el gasoil a 93! - ¡Pues luego
vengo!”. El vendedor lo ve lógico “La gente está viendo en
la tele que está bajando el precio pero no se hacen una idea
clara de cuánto ha bajado”.
Llegados a este punto uno se pregunta ¿cuánto durará la
situación?. Si bien con la ruleta de los precios en el
mercado internacional es difícil saberlo, profesionales del
sector se aventuran a estimar, a nivel personal, que el
precio se mantendrá unos dos meses o incluso hasta el
verano. No se sabe a ciencia cierta pues entran en juego
numerosos factores socio-económicos.
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En las gasolineras aún recuerdan cuando eran los marroquíes
los que cruzaban para repostar
No es comparable, pues en aquel
momento los precios eran más altos en el país árabe y en
estos momentos se encuentran similares en ambos países. Sin
embargo, de seguir bajando los precios en la ciudad autónoma
no sería la primera vez que fuesen los marroquíes los que
vinieran a Ceuta a adquirir gasoil y gasolina. Un vendedor
rememora viejos tiempos. “Hace cinco o seis años aquí había
una invasión, estábamos tres personas y no dabamos a basto.
Esto era una locura vamos, se formaban colas y venga a venir
más y más gente. Algunos llegaban, llenaban el depósito y al
rato volvían con el tanque vacío de nuevo. Luego ya
cambiaron las tornas cuando el combustible se puso más
barato allí.
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