Existen situaciones en esta vida
que ponen de manifiesto que quizás las leyes no estén tan
actualizadas como debiera o que aquellos que debe hacer
cumplir las leyes o velar por los intereses de los
ciudadanos prefieren mirar por los suyos y que los demás se
saquen las castañas del fuego por si mismo. Esto es lo que
parece que ocurre con los propietarios de las viviendas de
Huerta Téllez, que desde hace cerca de seis años vienen
sufriendo continuos retrasos en la entrega de sus viviendas
y no pueden disfrutar de ellas.
Esta pesadilla comenzó con la entrada en quiebra de la
promotora de las viviendas, la empresa Dolmen, y a raíz de
ahí todo ha sido un problema tras otro que lo único que está
provocando es la desesperación de las decenas de afectados.
No es de recibo que decenas de familias destinen parte o
todos sus ahorros, de una vida de sacrificio y esfuerzo, a
lograr algo a lo que todo el mundo tiene derecho según la
Constitución Española, como es a una casa digna, y que se
vean desamparados y desatendidos durante cerca de seis años.
Casas pagadas con mucho esfuerzo pero todos sus propietarios
viviendo de alquiler o en casas de familiares a la espera de
una solución inmediata que ya va para seis años y sin visos
de que la situación cambie favorablemente. ¿Cómo es posible
que ante esta situación no se haya dado ya una solución?
¿Cómo es posible que la Ciudad no haya ofrecido ya una
alternativa o haya ayudado a estas personas a recuperar sus
casas? ¿Cómo es posible este grado de indefensión?. La
Ciudad, sin contar que el suelo le pertenece, debería buscar
una solución urgente a esta situación sólo por velar por los
intereses de unos ciudadanos, de unos ceutíes, que en su día
pusieron todas sus esperanzas en una vivienda nueva y se
están viendo en la calle, sin el dinero invertido y sin su
ansiada vivienda. Después irán a pedir los votos.
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