Como todos los años, lo primero de
todo con la cuesta de enero, por delante, y con el invierno
recién comenzado, aunque al frío no le va acompañando la
nieve, al menos de momento.
Podría ser un año especial, por aquello de que es año de
elecciones, pero ya, en principio, no lo es tanto, por
cuanto las pensiones y los sueldos no han subido nada y digo
nada para que salgan a rebatirme esa palabra desde el
presidente del Gobierno, a los ministros que tocan lo
relativo a la Economía y que no tendrán la poca vergüenza de
decir que han subido las pensiones, por cuanto esos dos o
tres euros de subida al mes más que como subida que
beneficie a los propios pensionistas, parece que se ha hecho
para reírse de ellos, y eso no debería ser lo más potable.
Esto, con todo, viene a poner las cosas en su sitio, porque
cuando, de aquí a pocos meses, salgan a pedir el voto,
especialmente los “peperos” que son los que más lo van a
necesitar, para seguir “en el carro”, más de una viejecita
de Ávila, Soria, Jaén o Cáceres, les van a poder decir:” a
ti no te voto, porque tú no te acordaste de mí en los
últimos cuatro años”.
Y no es que pensemos que los del capullo, o sea los del
PSOE, vayan a ser más generosos con los jubilados, pero al
menos serían menos prepotentes y si no suben, o si rebajan,
Zapatero ya cometió la tropelía de rebajar el sueldo, en
2010,al menos no tienen la desfachatez de decir que han
aumentado la cuantía de una pensión.
Y en este momento, aún, no estoy defendiendo mi propio
terreno, pronto lo tendré que hacer, pero ahora o luego
podré decir que de todos los años que llevo en mi profesión,
y ya son muchos, con Rajoy ha sido con el único que no se me
incrementó un solo “real” del sueldo.
Así como suena, primero cuando fue ministro de algo así como
las Administraciones Públicas, o cosa parecida, en los años
de gobierno de Aznar, me tuvo congelado el sueldo y ahora,
en sus años de presidente del Gobierno, ni siquiera fue
capaz de arreglar los desaguisados que nos había hecho
Zapatero, en mayo de 2010.
Alguien, gente hay para todo, me puede decir que ahora nos
va a devolver parte de la “paga extra” que nos “limpió” a
finales de 2012, bueno está, pero eso era nuestro y se nos
quitó caprichosamente, para “hacer la cuadratura del
círculo”, o para lo que fuera, con lo que no nos está
subiendo nada, sino pagando, por partes, ya veremos cuando
llega lo otro, lo que nos quitó y a lo que debiera añadir
los intereses, cosa que la Administración suele hacer cuando
nos reclama algo que debemos. Más claro agua.
Y eso del agua, como nos despistemos un poco, se puede
quedar sin haber llegado, en todo el invierno, cosa que se
pagará luego en verano, que es cuando más consumo hay.
Muchos asuntos vamos abordando, pero pocos de ellos que
reporten algo positivo para la cartera o para el consumo del
personal. Y es que no se ve muy claro, aún, ni aquellos
“brotes verdes” que tantas veces citó el nefasto Zapatero,
ni las recuperaciones que a media voz cita el “opaco” Rajoy,
en cada una de sus apariciones en público.
Por eso, no por otra cosa, yo comenzaba hoy la columna con
ese “volver a empezar”, tras haber dejado atrás dos semanas
de fiestas, de gastos, de cambio de actitud y de, si se
quiere, salida de tono, durante unos quince días.
Ahora, es cierto, cuesta trabajo volver al redil, es difícil
recuperar lo perdido o gastado en todos esos días, aunque al
hacer de la necesidad una virtud, en pocos días ya estaremos
en la senda de la normalidad.
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